El Parlamento Europeo (PE) reconoció este viernes al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y a su exconsejero Toni Comín como eurodiputados, un día después de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) estableciera que esa condición se adquiere desde la proclamación de los resultados de los comicios europeos.
Puigdemont y Comín accedieron a la Eurocámara, donde hasta ahora tenían vetada la entrada, y obtuvieron una acreditación provisional como miembros del PE, a expensas de cumplimentar los trámites formales para ser reconocidos como miembros de pleno derecho.
Ambos políticos independentistas recibieron sus credenciales temporales antes incluso de que los servicios jurídicos del Parlamento Europeo hicieran público su informe a la luz de la decisión del TJUE en relación con el líder de ERC, Oriol Junqueras.
Pero los juristas de la Eurocámara dieron indicaciones para "que se les trate como eurodiputados electos", informaron a Efe fuentes parlamentarias.
En su escrito del jueves sobre Junqueras, el TJUE estableció que la condición de europarlamentario se adquiere desde la proclamación de los resultados de los comicios europeos, independientemente de otras formalidades.
Esa doctrina afecta directamente a Puigdemont y Comín, huidos a Bélgica en 2017 y reclamados por la justicia española, quienes fueron elegidos en las elecciones europeas del pasado 26 de mayo por la lista de Lliures per Europa (JxCAT) pero no habían sido reconocidos como eurodiputados consolidados al no haber recogido su acta y prometido o jurado acatar la Constitución española.
Se espera que el próximo enero ambos políticos obtengan la acreditación definitiva, una vez la Eurocámara haya contrastado sus declaraciones de intereses económicos e incompatibilidades y la renuncia a sus escaños en el Parlamento de Cataluña, pues el Parlamento Europeo no permite la dualidad de mandatos.
"La justicia europea dice que somos eurodiputados desde julio pasado. Y hay que cumplir las leyes", declaró a la prensa Puigdemont, visiblemente contento, a quien la justicia española le atribuye delitos de sedición y malversación en relación al referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
El líder posconvergente, que dijo tenía previsto visitar sus oficinas y tomar un café en la Eurocámara, sin actividad parlamentaria por la proximidad de las fiestas navideñas, se hizo un "selfie" en el hemiciclo junto a Comín, ambos sonrientes.
"Han tardado seis meses pero ya estamos aquí y vamos a hacer valer esto", dijo Puigdemont, quien confió en asistir al próximo pleno de la Eurocámara el 13 de enero en Estrasburgo (Francia) y criticó al expresidente del PE Antonio Tajani por haber vetado su presencia en la institución hace unos meses.
Puigdemont señaló también que querría viajar a Cataluña amparado por la inmunidad parlamentaria que acompaña al cargo de eurodiputado, pero con confirmó que vaya a hacerlo.
Explicó, además, que ha pedido incorporarse al grupo de los Verdes en la Eurocámara, al que pertenece ERC, por lo que no se sentaría con los nacionalistas flamencos de la N-VA, sus grandes aliados en Bélgica y quienes este viernes le arroparon en su llegada al Parlamento, formación que comparte grupo europarlamentario con la extrema derecha española de Vox.
El Parlamento Europeo cambia así radicalmente de criterio para aceptar a sendos políticos de JxCat como miembros de pleno derecho.
Hasta ahora, la Eurocámara, como institución, sostenía que Puigdemont y Comín no eran eurodiputados consolidados y les tenía vetada la entrada a sus instalaciones en virtud de la euroorden cursada contra ellos por las autoridades judiciales españolas.
Esa fue la postura que defendieron los servicios jurídicos del Parlamento en la vista oral que celebrada en el TJUE para responder a la pregunta prejudicial del Tribunal Supremo referida a Junqueras, en línea con la tesis de España y de la Comisión Europea.
Ya el jueves, tras conocerse la decisión del TJUE, la Eurocámara había levantado la prohibición de acceso vigente desde el pasado 15 de octubre como consecuencia de las euroórdenes por presunta sedición y malversación cursadas contra ellos desde España tras publicarse la sentencia del "procés".
A Puigdemont y Comín en calidad de eurodiputados se sumará más adelante, previsiblemente el próximo mes de febrero, la exconsejera autonómica Clara Ponsatí, quien también huyó de España en octubre de 2017 y quien actualmente reside en Escocia (Reino Unido).
Ponsatí, que concurrió a los comicios europeos como tercera en la lista de Lliures per Europa (JxCAT), se beneficiará de los ajustes del "brexit" y obtendrá automáticamente un escaño en la Eurocámara por la reordenación de la composición del hemiciclo tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea, programada para el próximo 31 de enero.
Según la información del Parlamento Europeo, cada eurodiputado recibe un salario de 6.824,85 euros mensuales después de impuestos como sueldo base, más 4.513 euros al mes por dietas, más gastos de viajes y dietas, a lo que se suma una cuantía para retribuir a asistentes parlamentarios que, en 2019, ascendió a un máximo de 24.943 euros mensuales por diputado europeo.