A la primera sesión acudieron intelectuales y políticos de todas las ideologías.
Las reuniones consultivas del llamado diálogo nacional, convocado por el presidente sirio, Bachar al Asad, comenzaron ayer en Damasco, sin una agenda clara y con el boicot de algunos opositores destacados.
En el discurso inaugural, el vicepresidente sirio, Faruk al Chara, reconoció que “este diálogo no comienza en un ambiente cómodo, tanto en el interior (de Siria) como en el exterior” y subrayó que “el cambio de las leyes y las reformas normalmente no son fáciles”, según la televisión oficial siria.
A la primera sesión, celebrada en la Universidad de Damasco y meramente consultiva, asistieron más de un centenar de representantes del régimen, políticos de distintas tendencias, intelectuales y opositores que efectuaron sus propuestas para una futura conferencia más global del diálogo nacional.
Aun así, fue boicoteada por personalidades opositoras dentro del país como Louay Husein y Haizam Maleh, según la cadena de televisión catarí Al Yazira, así como por detractores del régimen en el extranjero como Ammar al Qurabi, que se encuentra en El Cairo.
En un comunicado, Al Qurabi, director de la Organización Nacional para los Derechos Humanos en Siria, explicó que su “rechazo a la invitación al diálogo no es un rechazo a la idea del diálogo, ya que quien lo rechaza de verdad es el régimen sirio que no ha ofrecido el ambiente adecuado para ello”.
Al Qurabi se preguntó sobre la utilidad de conversar con un régimen que no es capaz de controlar los sucesos y recordó que desde el primer día su grupo ha pedido a las autoridades sirias que retiren al Ejército de las ciudades y cesen los asesinatos y detenciones, entre otros, dice la nota emitida ayer.
En la cita de ayer en Damasco, pese a conceder que el diálogo no iba a resultar fácil y que no está disponible siempre para todos, Al Chara aseguró que no habrá marcha atrás en él.
“Siria está en circunstancias que exigen valentía y razonamiento”, afirmó Al Chara, quien apuntó que “las manifestaciones no autorizadas conducen a una violencia injustificada”.
Y rechazó “la idea del no al diálogo”, lema de la jornada de protestas antigubernamentales del viernes pasado, ya que, a su juicio, esa no es la petición del pueblo.
Al Chara denunció que existen “planes contrarios al país, preparados desde antes” y recordó la injerencia extranjera en los asuntos sirios.
Durante la reunión, que durará hasta hoy, los participantes hicieron propuestas para la agenda de la futura conferencia y se quejaron de que el programa elaborado por un comité gubernamental para el diálogo nacional carece de puntos importantes.
Tampoco faltaron críticas al régimen de Damasco, como la del opositor Mohamed Habash que aseguró que “el veinte por ciento de la crisis que vive Siria es por un complot, pero el ochenta por ciento se debe a la tensión interna por las prácticas de un Estado de seguridad”.