El magnate de medios de comunicación Rupert Murdoch llegó a Londres para intentar resolver la crisis de las escuchas ilegales que ha provocado el cierre de su periódico "News of the world" y que amenaza con derrumbar su imperio.
El multimillonario de 80 años se desplazó esta mañana a las oficinas en el este de Londres de News International, la división británica de su conglomerado empresarial News Corporation, y sede también del tabloide sensacionalista "News of the world", que hoy sacó su edición final.
Murdoch, que fue fotografiado a su llegada en coche con un ejemplar del popular dominical en la mano, estuvo allí varias horas y después se trasladó a otro lugar para, presuntamente, reunirse con Rebekah Brooks, consejera delegada de News Internacional y directora del "News of the world" en la época de las escuchas, de quien muchos políticos han pedido la dimisión.
El magnate, que hasta ahora ha defendido a la polémica Brooks, ha viajado al Reino Unido para asumir la gestión de una crisis que pone en peligro sus intereses empresariales, especialmente su oferta de compra por el cien por ciento de la televisión de pago BSkyB, que ahora ha quedado postergada.
El líder de la oposición laborista, Ed Miliband, ha pedido al primer ministro, David Cameron, que no permita que esa OPA salga adelante hasta que no se resuelva el caso de las escuchas, bajo amenaza de forzar un voto al respecto en el Parlamento.
Las acciones de BSkyB, el mayor canal privado por satélite del país, del que News Corp ya posee el 39 por ciento, se desplomaron un 12 % esta semana -unos 1.800 millones de libras (más de dos millones de euros)-, y la Iglesia de Inglaterra ha advertido de que retirará su inversión en el grupo si no se investiga a ejecutivos como Brooks, que niegan responsabilidad en el escándalo.
Murdoch intentó zanjar la polémica por las escuchas ilegales con la repentina clausura, anunciada el pasado jueves, del "News of the world", varios de cuyos periodistas han sido detenidos, y liberados bajo fianza, por haber pinchado supuestamente teléfonos de famosos para obtener exclusivas.
Uno de los detenidos ha sido Andy Coulson, exdirector del periódico entre el 2003 y el 2007 -época de escuchas- y, hasta enero, jefe de prensa de Cameron, quien se ha visto salpicado por este sensacional caso de espionaje en los medios de comunicación que ha puesto en entredicho a todo el periodismo británico.
Por lo que parece, el cierre del "News of the world" no ha sido suficiente para restablecer la reputación del imperio de Murdoch, ya que en las últimas horas se ha sabido también que News International ocultó información inculpatoria sobre el caso de las escuchas al retener desde 2007 unos correos electrónicos sensibles que no entregó a la Policía hasta el pasado 20 de junio.
La cadena pública BBC ha asegurado que unos 300 emails que podrían ser prueba de delitos cometidos en el seno del periódico estuvieron durante años en posesión del bufete legal Harbottle & Lewis, que debía investigarlos, y fue William Lewis, director general de News International, contratado en julio de 2010 para encabezar una investigación interna, quien recuperó esos mensajes de la firma de abogados.
Esas comunicaciones parecen indicar, según la BBC, que Coulson autorizó pagos a la Policía a cambio de información y que la práctica de pinchar teléfonos para obtener exclusivas estaba extendida y no se limitaba a algunos periodistas, como lo ha venido manteniendo News International durante años, desde el encarcelamiento en 2007 de su corresponsal de realeza, Clive Goodman.
Y mientras Murdoch intenta salvar la cara de sus negocios, el Reino Unido ha perdido hoy uno de sus periódicos más antiguos, el "News of the world", fundado en el 1843 y emblema de la prensa amarilla del país, que hoy se despidió de sus lectores con un tirada doble de cinco millones de ejemplares.