España es el país de la OCDE con mayor porcentaje de contratos temporales entre los enfermeros y cuidadores de personas mayores, que cuadruplica con creces la media de la organización en el caso de los que trabajan para el sistema sanitario.
En concreto, el 40 % de los enfermeros y personal de cuidados dentro del sistema sanitario trabaja con contratos temporales en España, una diferencia de más de 30 puntos porcentuales con respecto a la media del 8,6 % en los 27 países miembros para los que hay datos, explica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en un informe publicado este martes.
Esa misma tendencia sigue este grupo de trabajadores dedicados a los cuidados de larga duración en residencias y hogares, donde la temporalidad en España supera el 30 %, frente al 12,1 % de media en la OCDE.
Enfermeros y cuidadores superan ampliamente el porcentaje general de temporalidad en el mercado laboral español, que es del 25,7 %, ya de por sí mucho más elevado que el 11 % del conjunto de los Estados de la organización.
CUIDADORES A LOS QUE SE CUIDA POCO
Los autores del informe "¿Más allá del aplauso? Mejorar las condiciones laborales en los cuidados a largo plazo" alertan de la escasez de trabajadores en este sector, sobre todo teniendo en cuenta que sólo la mitad de las personas mayores de 65 años con limitaciones severas reciben formalmente cuidados (59 % en España).
La OCDE calcula que sería necesario aumentar en un 32 % el número de trabajadores del sector de cuidados en los próximos diez años, y para eso habría que mejorar sus condiciones laborales, que están marcadas por bajos salarios, alta temporalidad, así como una serie de riesgos físicos y psicológicos.
La situación es comparativamente peor para los que trabajan fuera de hospitales y centros sanitarios (básicamente en residencias y en las casas de las personas mayores a las que cuidan), que ganan de media un 8 % menos que sus compañeros y están más expuestos a la violencia física y mental.
De hecho, los salarios del personal de cuidados son más altos en el sistema sanitario que fuera de él en tres quintas partes de los países de la OCDE. Esta brecha salarial supera el 20 % en Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo y España.
Es un sector con gran presencia de inmigrantes entre el personal y en el que el 87 % los empleados son mujeres, que reciben menores sueldos que sus compañeros hombres. Algo que principalmente se debe al trabajo informal mayoritariamente de mujeres, es decir, a familiares que son los cuidadores en lugar de recurrir a un profesional del sector.
"Es una paradoja que los salarios sean tan bajos en un sector como el de los cuidados a largo plazo, que ha declarado sufrir escasez de trabajadores durante muchos años", indica la OCDE.
FALTA DE RECONOCIMIENTO SOCIAL
Si bien se especifica que las razones detrás de este desajuste en la oferta y la demanda dependen de contextos específicos, parte de la explicación se encuentra en la falta de reconocimiento social de estos trabajadores y el recurso a familiares para realizar este tipo de labores de forma no remunerada.
Las complejas condiciones laborales de los cuidadores llevan a que, de media, se tomen bajas por enfermedad laboral de mayor duración, con 1,19 semanas al año, frente a 0,72 para el conjunto de los asalariados.
España es el país con las bajas más prolongadas de enfermeros y cuidadores con 2,60 semanas de media frente a 0,89 semanas para el conjunto de los trabajadores en 2020.
La OCDE emite en el informe una serie de recomendaciones para corregir las "pobres condiciones laborales y el reconocimiento social insuficiente" del trabajo de los cuidados a largo plazo, como un aumento de la financiación pública, un incremento salarial a los trabajadores públicos porque eso puede arrastrar las remuneraciones del sector privado, o el establecimiento de estándares laborales adecuados.