Este equipo sabe como pocos sacar partido a sus penurias y abstraerse de sus penalidades. Cambiar de registro y pesares y mantener su línea sobre el terreno de juego, es toda una. Tercera victoria a domicilio en el momento más oportuno y clave de la temporada, ante un rival de entidad como pocos y cuando la primera vuelta empieza a languidecer.
El Recreativo Portuense ha querido escribir un episodio bien distinto a su
annus horribilis y vencer donde nadie lo había hecho hasta entonces. Los portuenses se abonan a tirar por tierra las corrientes negativas e institucionales y a ser un ente independiente, a poner buena cara ante las dificultades y salir airoso de cualquier frente complicado. Así es y así fue una vez más.
Robert y Elías, éste con un golazo, firmaron un triunfo tan trabajado como clarificador para apostar por ser uno de los equipos a tener en cuenta para luchar por el ascenso en el mes de abril. Nada desdeñable viendo la igualdad que sigue existiendo en los puestos nobles de la clasificación.
Flor Pedregal no se anduvo por las ramas a su llegada, “hay equipo para ascender“. Los suyos han adquirido sobre la marcha las nuevas consignas y los nuevos tics a interpretar. Los problemas, las diferencias y todo cuanto pueda restar -si los hubiera- deben quedar en la caseta. El objetivo es bien claro: la temporada hay que salvarla y ésta no puede ir de la mano con los problemas institucionales. La solución no están en las manos de los que sí quieren girar a tierras más tranquilas.
A la espera de soluciones, lo deportivo tiene -debe- hacer su trabajo. Y eso no es otro que intentar salir cuanto antes de la Regional Preferente. Ascender nunca es fácil, peligroso sería dejarse llevar por las circunstancias. El proyecto, como todos, debe asentar el presente y el futuro y éste es mucho mejor y más atractivo en categorías superiores.
Y bajo esa lectura, el Recreativo se presentó en La Línea. Serio, valiente y con las ideas claras, fueron marcándose un encuentro a la altura de las circunstancias. Último duelo a domicilio y había que quitarse el mal sabor de boca del último partido. Extraño como pocos, era el momento de reivindicarse otra vez. Y van.
La mano de Antonio Flor Pedregal empieza a sentir efecto y por primera vez esta temporada, el equipo únicamente fue amonestado con una cartulina amarilla y en el 92’. Cambios significativos que deben ayudar a parar la sangría continuada de bajas en la mayoría de los casos evitables. A buen seguro que se agradecerá y de seguir en esa línea, ajustar un once que se asiente jornada tras jornada.
Las bajas obligadas a una plantilla corta han motivado el desorden de jugadores de distintos equipos filiales, que han ido entrando con más obligación del deseado.
Los portuenses comenzaron dominando el partido con algún que otro susto esporádico con sello local. Rober en el 20’ adelantaba a los rojiblancos, tras recoger un balón de falta lanzado por el
recuperado Alex Torres tras caer de las manos del cancerbero linense.
Con el 0-1, el partido se abrió más si cabe sin un claro dominador. Aunque, eso sí, no inquietó el marco de Ito. Tras el paso por vestuarios, los locales salieron con la clara intención de sorprender, con más intención que claridad, el Recre se fue adueñando de la situación y así, Elías, en el 62’, se marcó un auténtico golazo. Con todas las letras. El portuense regateó de todos cuantos le hicieron frente para mandar un zapatazo desde la frontal al fondo de las mallas. El tanto coronaba a Elías con un partido completísimo.
El Recreativo Portuense navegaba sobre aguas tranquillas con una victoria que al menos en lo deportivo, sigue dando alegrías.
El domingo (18.00 horas) cerrará el año ante el colista, el Federico Mayo en El Juncal, acabando con él la primera vuelta.
Tras el encuentro, los jugadores celebraron como merecían el triunfo con una cena navideña.