Sábado 27 de julio, primera del abono taurino de la temporada 2024 en la Plaza Real. Con un tercio de entrada se han lidiado dos toros de `Los Espartales´ para el rejoneador Diego Ventura: Ovación y oreja; y cuatro de `El Parralejo´ para Alejandro Talavante (Sangre de toro y oro): oreja y oreja; y Pablo Aguado (Esperanza y oro): oreja y silencio tras aviso; intervino como sobresaliente Álvaro de la Calle (Perla y oro) que no intervino en la lidia. Saludaron tras parear al quinto Javier Ambel y Manuel Izquierdo. Al romperse el paseíllo, y antes de sonar el himno nacional, se guardó un minuto de silencio en memoria del maestro Pepe Luis Vázquez y de los aficionados portuenses Paco Moreno, Joaquín Camacho y Rafael Gómez Ojeda.
Pobre entrada la que ha registrado esta tarde la Plaza Real, una pena ver tanto cemento en tan magno edificio que lucía con todo su esplendor para comenzar la Temporada 2024. Circuitos Taurinos empresa que, con Carlos Zúñiga a la cabeza, dirige por cuarto año consecutivo los designios de la plaza, parece no dar con la horma del zapato para conseguir atraer público a los festejos que se anuncian en julio. Puede se que los aficionados de `Despeñaperros para arriba´ aún están preparando las maletas y los de localidades más cercanas teman al tráfico del `Puro Latino´ que este fin de semana se está celebrando en nuestra localidad.
Vamos al toro:
-Diego Ventura: en el primero clavó un rejón de castigo para luego realizar un tercio de banderillas emocionante a lomos de Nivaldo y Nómada ante un toro que colaboró con el jinete. A lomos de Guadiana clavó un par a dos manos y realizó el tradicional carrusel de rosas. Tras un pinchazo cobró un rejón y saludó desde el tercio.
El cuarto de la tarde salió barbeando las tablas. El caballero rejoneador le clavó un rejón de castigo que hizo que el toro se olvidara de lo que había en el callejón. Con las banderillas se lució con Lio y Bronce, consiguiendo con este último clavar una banderilla sin el bocado llegando con los pechos del caballo a la cara del burel. Para finalizar la faena sacó a Guadiana para prender banderillas cortas al violín y un ramillete de rosas. Necesitó de un rejón y dos descabellos para despenar al toro y cortar una oreja.
-Talavante: su primer oponente no le permitió pararlo con lucimiento. Tras el paso por el caballo le propinó un quite por chicuelinas rematadas con revolera. Brindó al cielo, en memoria del maestro Pepe Luis, y comenzó la faena a pies juntos con pases por alto, rematadas con un torero trincherazo. Las tandas con la izquierda fueron cadenciosas templando las embestidas. Con la derecha también se lució. Antes de montar la espada y acabar con la vida del astado se lució con unos naturales dándole el pecho en los cites. Cortó una oreja.
Al quinto lo recibió con verónicas a pies juntos rematadas con una larga. En el tercio de banderillas el subalterno Manuel Izquierdo fue volteado sin graves consecuencias. Comenzó la faena de muleta de rodillas siendo arrollado por el toro en dos ocasiones. No fue fácil el toro que era muy mirón y medía las embestidas. El maestro extremeño se mostró muy firme logrando muletazos de uno en uno y estando muy por encima de las condiciones de su antagonista. Tras una estocada cortó una oreja con petición de la segunda que el presidente, con acertada decisión no concedió.
-Aguado: no pudo redondear su labor con el capote en su primero debido a las brutas embestidas del toro. En el quite por chicuelinas en los medios, rematadas con una pinturera media, si pudo demostrar su perfecto manejo del capote. Brindó al cielo en memoria de Pepe Luis Vázquez, para después realizar una llena de `sevillanía´. Trincherazos de enjundia y preciosos cambios de manos. Los toques fueron suaves y su torería empapó el albero. Bonito detalle de la Banda de Música de no tocar haciendo que los tendidos disfrutaran de la `música callada del toreo´. Recordó a Pepe Luis en el toreo a pies juntos y la ejecución del ´cartucho de pescao´. Tras una estocada le pidieron una oreja que para mi gusto hubiesen sido dos.
Al sexto lo saludó por verónicas a pies juntos. El toro no fue fácil ya que nunca estaba metido en la muleta. El sevillano logró faena por el pitón derecho a base de tragar y provocar la embestida. Por el pitón izquierdo era imposible de torear. El mal uso de los aceros le privó de cortar una oreja al tesón y ganas.