Los cubanos de Juan Carlos Aragón vuelven a reeditar una actuación más que destacada con pasodobles con un sello inconfundible y original
Los cubanos de Juan Carlos Aragón vuelven a reeditar una actuación más que destacada con pasodobles con un sello inconfundible y original. De profundidad. Cádiz, ése barrio, ése país.
El reconocimiento de una única bandera como es el pendón gaditano, pues “hay quién llora solo el dolor televisado”, una manera personalísima de reconocer los muertos de otros lugares. Contenido reflexivo a las letras.
El papel de la reina del Carnaval entona que es la hora de acabar con lo establecido. Es tiempo de revolución. Aragón sabe de lo que habla.