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No se puede jugar peor (0-0)

Empate sin goles del cuadro bético ante el Rijeka croata dejando una nefasta imagen por la que recibió una sonara pitada de la grada del Villamarín

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  • Un milagro para el futuro -

Menudo tostón de partido el disputado ayer en el Villamarín. Ni juego ni goles del Betis al Rijeka que provocó el enfado de la afición congregada. Los verdiblancos pasan como segundos a la siguiente ronda europea.

Once con muchas bajas el que presentó Garrido respecto al que presumiblemente debe ser el de gala una vez recuperados todos los futbolistas lesionados o que revisten algunas molestias. Kez, por su parte, pese a las limitaciones de su equipo, no renunciaba de salida ni mucho menos a plantarle cara al equipo de las trece barras.

Sobre el terreno de juego, sólo a los croatas parecía importarle el partido y el resultado final, pues el Betis, apático y con una afición al grito de Pepe Mel y directiva dimisión desde el inicio, ofrecía una lamentable imagen ante un rival sobre el papel, infinitamente inferior.

El primer disparo a puerta con peligro lo efectuó Juanfran tras una brillante eso sí jugada individual que Vargic, el meta visitante, acertaría a desviar el cruzado y ajustado tiro del extremo.

Cinco minutos en los que sí es verdad que los verdiblancos merodeaban el área adversaria donde Salva Sevilla después de una pelota muerta que rozaba el poste y Chuli a pase de la muerte de Juanfran, mostraron el desacierto notable de los heliopolitanos durante la primera parte.

El interior derecho madrileño del Betis, quien tuvo una segunda opción a tiro raso más por el flojo nivel del contrario que por méritos locales, dio paso a dos ocasiones clarísimas por medio Krvzic y rozando el descanso la más relevante de la primera parte; el centro de Benko para Krstanovic que controló con el pecho en vez de rematar de primeras y desperdició una gran oportunidad de poder poner delante a los balcánicos frente a la desidia en la línea defensiva de los verdiblancos que se despedían de 45 minutos horribles en mitad de una monumental pitada de la parroquia del Villamarín.

Los primeros minutos del segundo periodo no hacían vislumbrar que los pobres 45 minutos iniciales mejoraran ostensiblemente. De hecho, Krstanovic, el hombre más incisivo del equipo croata a punto estuvo de aprovechar un nuevo despiste defensivo de la zaga bética cuyo lanzamiento se marchó fuera por bien poco.

Momentos después, Chuli se erigió como el protagonista de la jugada más cómica del encuentro, pues a pesar de su lucha por cada balón, un robo de pelota muy acertado del onubense acabó por enviarla mano a mano con el guardameta croata más cerca casi del córner que de la portería para marcar. Indescriptible el disparo ante la desesperación de la grada y la desolación al ser sustituido del jugador.

El Rijeka por otro lado, no se daba por rendido viendo el nefasto rendimiento del Betis que si no daba una en ataque; atrás concedía de una manera impropia de un equipo de Primera División. Suerte que Kvrzic y Benko (con la colaboración de Sara), no lograron perforar las mallas béticas.

Tablas al término de los noventa minutos en un lamentable partido del Betis que entrará a dieciseisavos como segundo de grupo.

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