Blusens Monbus asaltó y conquistó el Buesa Arena para endosar una dolorosa derrota al Caja Laboral, 68-77, que deja muy tocada la figura de Dusko Ivanovic como técnico vitoriano.
Los gallegos habían perdido en sus tres anteriores visitas al coliseo vitoriano, pero en la cuarta ocasión se reivindicaron en una de las mejores pistas de la ACB con una lección de baloncesto.
En el caso baskonista la derrota ahonda la mala temporada de un equipo que no encuentra el estilo ni la dirección de juego y amenaza con poder llevarse por delante la figura de un Dusko Ivanovic cada vez más cuestionado y abucheado por la grada.
Caja Laboral acusó la dura resaca por el fiasco europeo ante Olympiacos y jugó al ralentí en el primer cuarto, sustentado por tres triples de Nocioni, que le permitieron llegar con ventaja, 20-14.
Blusens se escudó en el buen hacer de Kendall y Humel para plantar cara a un inseguro Baskonia y a la espera de que le pudieran flaquear las fuerzas a los vitorianos.
Emergió la versión salvadora de Nocioni, 17 puntos en catorce minutos con cuatro triples, para mantener a un Caja Laboral que no se despegaba de los gallegos, 28-31 minuto catorce, tras un triple de Bufford.
Los de Moncho Fernández desplegaron sus mejores minutos para llegar al tiempo de descanso con una ventaja, 36-39, intranquilizadora en las gradas del Buesa Arena.
La reanudación devolvió de nuevo la peor y más habitual versión de un Baskonia inseguro y atenazado de los nervios. Blusens aprovechó la situación con el buen hacer colectivo y con el brillo de hombres como Mejri, ocho puntos, o Pumrpla, siete.
Con doce puntos de ventaja, 48-60, encararon los de Moncho Fernández los diez minutos finales viendo cada vez más cerca la victoria ante un Caja Laboral al borde del colapso.
Con la ola a favor, los gallegos se gustaron con dos triples de Corbacho y Rodríguez que les auparon a un 52-66 a falta de siete minutos.
Los locales recurrieron a las acciones individuales de Lampe o Causeur para tratar de suturar una hemorragia que amenaza y pone en la picota la continuidad de Dusko Ivanovic en Vitoria.