Ridículo mayúsculo del Cajasol en la cancha del Pabellón Príncipe Felipe donde los sevillanos sólo pudieron resistir el empuje del CAI Zaragoza hasta el descanso. La defensa cajista volvió a hacer aguas sobre todo en el marcaje del tiro exterior permitiendo que los aragoneses anotaran hasta 12 triples que terminaron minando al equipo azulón.
Los primeros compases del encuentro reflejaban una ficticia igualdad que poco a poco fue aumentando a medida que pasaban los minutos. Henk Norel imponía su ley bajo aro rival en la primera mitad del choque; no obstante, se topó con un inspirado Robert Dozier, el mejor de los de Aíto (13 puntos y 15 de valoración) en las filas del Caja, que servía para mantener una moderada desventaja en el luminoso junto a Satoransky.
Tras dos primeros cuartos, el marcador señalaba un 40-28 a la espera de poder acortar las distancias en los segundos 20 minutos del partido. Nada más lejos de la realidad.
El balance de puntos en el tercer cuarto se rompió definitivamente en favor del bloque de Jose Luis Abós llevados por el acierto de Damjan Rudez (MVP con 21 puntos y 22 de valoración). El ala-pívot balcánico se convirtió en el amo y señor del rebote tanto en ataque como en defensa a partir del tercer periodo frenta a la alarmante pasividad en la pintura del Cajasol que veía como se su adversario se escapaba en el marcador sin remisión.
En el último cuarto, seguiría apretando el CAI, insaciable, hasta propinar la paliza final frenta a un Caja totalmente descosido y sin ideas. El pánico empieza a cundir en la entidad cajista.
