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Curioso Empedernido

Difícil salida

La situación actual tenía una difícil salida, entre tantos problemas, tanta confusión y sin saber qué camino tomar, pero esperaban muchas sorpresas y novedades

  • Juan Antonio Palacios. -

La situación actual tenía una difícil salida, entre tantos problemas, tanta confusión y sin saber que camino tomar, pero nos esperaban muchas sorpresas y novedades. No lográbamos entender si todo el mundo reconocía lo acertado de las medidas adoptadas por el Gobierno Español en el plano social, político y económico, porque el PP solo se dedicaba a insultar a Sánchez y su gabinete.

Tampoco lográbamos comprender, salvo que estuvieran muy irritados por los últimos pronósticos de los barómetros, estudios y encuestas, porque el PP continuaba en la estrategia radical de seguirle los pasos a la extrema derecha de VOX.

Visto el panorama, la derecha debe ser consciente del enorme daño que está haciendo a nuestro País, fomentando la desafección hacia la política y generando una situación de crisis democrática, en la que cada día resulta más difícil dialogar y por supuesto llegar a acuerdos que son necesarios para la convivencia de todos y todas.

Si no somos capaces de levantar el ánimo y salir del circuito permanente de las criticas negativas, y nos montamos en la ola de la inseguridad, sin poder tener cubiertas las necesidades básicas, y buscamos el mayor bienestar, dignificando la política y no arrastrándola por los suelos.

Resulta complicado y a veces en el límite de lo imposible, estar fascinados por el poder y no tener la generosidad de saberse ir, sin hacer de la salida del mismo un drama o invalidar todo lo que antes le resultaba maravilloso y extraordinario.

Los ciudadanos y ciudadanas de la calle, aquellos que no están presos de ningún cargo público, que contribuyen y votan, están pidiéndoles a gritos a los responsables políticos, que tengan todas las diferencias del mundo pero se respeten, se preocupen de resolver y se contengan en el lenguaje, porque montar mucho ruido y no resolver termina aburriéndonos y restándonos ilusiones y ganas de participar.

Con proyectos y presupuestos estamos más cerca de resolver los problemas que entre improperios y barbaridades, pero sobre todo cuando se nos quiere tomar el pelo, a base de trucos, trampas y mentiras, como es el caso del señor Feijóo que ni corto ni perezoso propone tumbar el edificio legislativo de Sánchez si llega a la Moncloa.

Esperemos por bien de España, que esto tarde en suceder, pero están dispuestos a suprimir la Ley de la Eutanasia, la del “Solo sí es sí”, la del aborto y la Ley trans. También anulará el cambio de la sedición y modificará y la Reforma Laboral. Por supuesto también cambiarán las leyes de bienestar animal y la de memoria democrática. En resumen las tres erres, reacción, retroceso y recorte sin dejar títere con cabeza.

Lograr encontrar la salida, nos obliga a tomar la iniciativa y actuar con firmeza, porque aunque la suerte y el éxito esté con nosotros, hemos de trabajarla. No nos metamos en la boca del lobo gratuitamente, ni arriesguemos demasiado sino exponiendo lo necesario.

Hay palabras que deberían decirse pero aun no existen, y entre los monólogos en voz alta y los diálogos con nosotros mismos, nuestra sombra intenta escaparse de nuestro control. Hemos de tener paciencia porque en algún momento tendremos ocasión de recoger los reconocimientos de nuestros esfuerzos.

Con nuestro entusiasmo nos enfrentamos con valor y determinación a cualquier obstáculo, y recordemos que siempre vale la pena convivir con las personas que nos quitan los agobios con su actitud positiva y buen humor.

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