'Yo soy aquel', 'Como yo te amo', 'Digan lo que digan', 'Mi gran noche', 'Estar enamorado' o 'Qué sabe nadie' son solo algunos de los títulos ligados para siempre a Raphael (Linares, Jaén, 1943) que, este sábado 17 de diciembre, ha puesto el broche de oro a su aclamada gira internacional 'Tour 6.0' en el WiZink Center de Madrid.
'El divo de Linares' salía al escenario con puntualidad británica, a las 21.00 horas, impecable siempre de negro, entre las ovaciones de un público puesto en pie y ya entregado a la causa antes del inicio de un espectáculo que ha sabido combinar grandes éxitos con los nuevos temas de 'Victoria', que se presentaba por primera vez en directo y cuya puesta de largo continuará en 2023 con conciertos en Jerez de la Frontera (Cádiz, el próximo 29 de julio), Castellón (12 de agosto), Sevilla (15 de septiembre) y de nuevo en Madrid casi dentro de un año, el próximo 16 de diciembre.
De este modo, después de visitar Norteamérica, con más de 20 conciertos en México, Estados Unidos y Puerto Rico, y tras actuar en España en Sevilla, Bilbao y Granada, el también conocido como 'Rey de la balada romántica' ha recalado en la capital, donde ha colgado el cartel de 'sold out' para poner fin a su gira en una noche repleta de emociones.
"Raphael, Raphael" exclamaba un hombre con su bastón minutos antes del concierto mientras salía del metro más cercano al recinto, acompañado de su mujer, al tiempo que charlaban con una pareja de jóvenes y ella exclamaba: "Es una leyenda". Mayores, jóvenes, padres con sus hijos: todos ellos se han puesto en pie al finalizar cada una de las canciones de un artista que ya es leyenda.
"El Raphael de siempre", entonaba y la mayoría de los asistentes, sabedores de casi todas sus letras, respondían con más aplausos y vítores, tónica general de todo el concierto, donde se han escuchado expresiones como "¡Eres el más grande!", "¡Qué voz!" o "¡Eres único!".
Al inicio del mismo se han interpretado temas como 'La noche', 'Yo sigo siendo aquel', 'Volveré a nacer' o 'Cierro mis ojos' con los que ha transportado a los presentes a toda una época dorada de la música romántica nacional, repleta de habituales como José Luis Perales, Nino Bravo, Julio Iglesias o Camilo Sexto, entre otros, cantantes que para muchos son referencias virtuales que parecen haber quedado relegadas a la nostalgia y al olvido.
No ese el caso de Raphael, cuya figura es capaz de emerger entre la nostalgia y conmover a todo un recinto con esa fuerza vocal que siempre le ha caracterizado. Como apunta en una de sus últimas canciones, el de Linares es "de tanta gente", título de uno de los sencillos que forma parte de 'Victoria', el disco número 84 de su carrera, un trabajo producido y compuesto por Pablo López con el que el incombustible artista sigue renovándose y no acomodándose, después de 60 años de una trayectoria para la que no quiere final.
Uno de los puntos álgidos de la noche, y se han vivido varios durante esta velada, se vivía con 'Digan lo que digan', con todos los espectadores de nuevo en pie, jóvenes y no tan jóvenes, en una versión remasterizada cuyo estribillo coreaban y aplaudían todos al unísono, cuya actuación ha finalizado chaqueta al hombro, otro de sus gestos característicos. Es precisamente ese otro de los méritos de Raphael: esa capacidad de aunar a varias generaciones que han coreado al unísono, con esa felicidad que propician los canciones eternas, ese ya famoso "¿Qué pasará? ¿Qué misterio habrá? Puede ser mi gran noche".
Pero Raphael no vive de las rentas y ha vuelto a deleitar al público con otros dos temas de su nuevo trabajo, 'A punto de besarte' y 'Para seguir en pie', que han dado paso a otros grandes hits como 'Aleluya', 'La canción del trabajo', 'Estuve enamorado' y 'Amor Mío'.
"Es una canción aplastante, tiene una letra que yo nunca había oído. Esa forma de enfocar el amor y las cosas.." afirmaba Raphael antes de interpretar 'Lo saben mis zapatos', de Pablo López, artista con el que reconoce sintió una conexión especial nada más conocerse. Y todos sus fans han sido partícipe de la misma cuando ha sido interpretada en el escenario.
La emoción y la intimidad no han abandonado el recinto cuando se ha interpretado 'Victoria', una canción que escribió exclusivamente el malagueño para el artista jienense y que da título a un álbum que, a lo largo de once temas, constituye todo un viaje de agradecimiento, en el que se habla de su victoria y de todo lo que ha conseguido a lo largo de su trayectoria.
De este modo, Raphael ha ido intercalando temas nuevos con otros grandes clásicos como 'Cuando tú no estás' --que interpretaba en la película con el mismo título y que muchos recordarán por su "Nada soy sin Laura"--, 'Ámame' o 'Estar enamorado', así como un guiño al otro lado del charco y a otros artistas con 'Llorona' --que inmortalizó Chavela Vargas--, 'Fallaste corazón' --de José Alfredo Jiménez-- o 'Gracias a la vida', de Violeta Parra.
El espíritu del compositor jerezano Manuel Alejandro y el recuerdo de la gran Rocío Jurado han inundado WiZink Center cuando Raphael ha entonado 'Se nos rompió el amor', tema con el que 'La Más Grande' rompió todos los esquemas en 1985 pues nunca sonó tan hermosa una ruptura.
Posteriormente, 'En carne viva' y 'Frente al espejo' han vuelto a conmover a los asistentes en una recta final sin tregua a las emociones que continuaba con la vibrante y combativa 'Qué sabe nadie' y otra de las míticas canciones compuestas por Manuel Alejandro, 'Yo soy aquel', que Raphael ha sabido convertir en toda una declaración de intenciones y que ha intercalado, entre los coros y aplausos del público, con imágenes de toda su carrera.
No podía faltar en esta cita en Madrid, tan cercana a las fiestas navideñas, el 'Tamborilero' que en 2013 rejuveneció en una nueva versión incluida en el álbum 'Mi gran noche. 50 éxitos de mi vida'.
"Gracias por estar aquí un año más y hasta que ustedes quieran", aseguraba el intérprete ante un auditorio enfervorecido a estas alturas del concierto.
Si algo ha demostrado Raphael esta noche es que los años no pasan por él ni por sus canciones como ocurre con temas como 'Escándalo' --que versionaron entre otros la italiana Raffaella Carrà--, entonado y bailado de nuevo por toda la concurrencia, sin excepción, ya fuera en pista o desde las gradas.
"Qué maravilla estar de nuevo en Madrid, un año más y van... es un placer que espero todo el año para decir en estas fechas, Feliz Navidad", reconocía Raphael antes de entonar 'Como yo te amo', la canción elegida para poner fin a este concierto, punto y final a cerca de dos horas inolvidables para un público que se resistía a abandonar el recinto pidiendo "otra, otra, otra".
Raphael siempre asegura que empezó "una segunda vida" en 2003, cuando se sometió a una operación de trasplante de hígado. Este sábado todos sus fans han sido testigos de un renacer que no cesa, una capacidad camaleónica de gustar y convencer, disfrutando sobre el escenario y celebrando la vida en 'una gran noche' que parece no tener fin con canciones que forman ya parte de la memoria colectiva de todo un país. Digan lo que digan... los demás.