La entidad de protección felina FdCATS, inscrita en el Registro de Asociaciones de Andalucía, aunque con repercusión nacional, ha destacado que, "gracias a las políticas de esterilización de gatos caseros y callejeros, la población felina va consiguiendo reducirse hasta niveles de equilibrio y de bienestar global".
Así, según ha informado FdCATS, "en contra de lo que puedan pensar aquellos que no han estudiado el tema, la mejor estrategia para mantener un área armonizada y rica en biodiversidad es la regulación de las poblaciones felinas mediante la esterilización, la nutrición garantizada con pienso rico en proteínas y las interrelaciones propias de la gestión ética".
Para la entidad de protección felina, esta es una "de esas ocasiones en las que lo más ético es, además, lo más ecológico, eficiente, higiénico y también provechoso para la economía local, pues regulariza los tratamientos veterinarios con profesionales de proximidad".
En consecuencia, "para evitar que haya gatos en un área, más que capturarlos y exterminarlos, disparando así el mecanismo natural de repoblación que Tabor en 1970 nombró 'efecto vacío', lo eficaz es evitar el nacimiento de nuevas camadas mediante la esterilización, cuidar de los adultos y de sus colonias ofreciéndoles alimentación adecuada y suficiente, y que sean ellos los que velen por mantener el área libre de nuevas incorporaciones, en armonía con el entorno".
Para FdCATS, esta fórmula, que conlleva la aplicación del método de captura, esterilización y retorno (CER), que, por cierto, ya se aplica en todas las colonias felinas de la ciudad de Córdoba a través del acuerdo suscrito el pasado octubre entre la empresa municipal Sadeco y la Federación de Asociaciones Protectoras de Animales de Córdoba (Fapac), es la base para regular la población felina.
Ello es importante, ya que, según ha argumentado FdCATS, de modo general, "la falta de datos oficiales sobre la población felina da pábulo al uso de datos inexactos a la hora de calcular el impacto de los gatos sobre la fauna y los ecosistemas", por ejemplo, respecto a su incidencia en la población de aves, que son presas naturales de los gatos.
Un ejemplo de ello, según ha indicado la entidad de protección felina, es el hecho de que "investigaciones científicas serias dan cuenta de una drástica reducción de la población de aves en Canadá en los últimos 40 años", pero resulta que ello no puede achacarse a los felinos, ya que "en muchas de las áreas estudiadas la densidad de gatos no alcanza a ni a un solo individuo por kilómetro cuadrado".
Ello viene a reforzar el argumento, planteado por "el doctor Turner, biólogo en la Universidad de Zúrich (Suiza)", de que, "aunque sepamos que los gatos pueden matar pájaros y roedores en una zona, ningún estudio científico ha mostrado nunca que estos gatos eran la principal causa del agotamiento de las especies que son sus presas".
De hecho, según ha concluido FdCATS, "el cambio climático, la sucesión de periodos en los que escasea el agua, el impacto humano a través de la expansión de las áreas urbanas, las prácticas agrícolas y ganaderas más agresivas y la caza" son los elementos que "están influyendo en la reducción del número de gatos, y también de otras muchas especies que son mucho más delicadas y que merecen unas políticas de protección juiciosas".