Era toda la recaudación de los alfajores, amarguillos, yemas, cortadillos, tortas de almendra y otros dulces que habían vendido en Navidad
La Guardia Civil investiga el robo de 10.000 euros en el convento de clausura de San Cristóbal y Santa Rita de Medina Sidonia (Cádiz), que fue cometido mientras las monjas, que ganaron este dinero con la venta de dulces en Navidad, estaban en misa.
"No sospechamos quién ha sido. Eso lo dejamos de la mano de Dios y de la Guardia Civil. Tarde o temprano saldrá a la luz", contaba hoy a Efe una de las ocho hermanas que viven en este convento de clausura y que subsisten con la venta de los dulces típicos de la localidad que hacen en su obrador.
El robo, según ha explicado, fue perpetrado entre las 10.00 y las 10.40 del pasado domingo cuando las monjas cerraron la tienda en la que despachan los dulces que elaboran en su obrador para celebrar una misa.
El o los ladrones forzaron la puerta de la tienda, se llevaron unos 200 euros que tenían en la caja para cambiar a los clientes y siguieron buscando.
Forzaron otro acceso a la zona superior, la de clausura, y, tras abrir varios cajones, se llevaron los 10.000 euros que las monjas guardaban en una cómoda.
Era, explica esta monja, toda la recaudación de los alfajores, amarguillos, yemas, cortadillos, tortas de almendra y otros dulces que habían vendido en Navidad, la temporada más fuerte para este producto que venden en el convento a lo largo del año.
"Lo teníamos preparado para pagar a los proveedores y a las personas que nos ayudan. Siempre pagamos después, cuando tenemos el dinero con las ventas de Navidad", señala la hermana.
Sospechan que tuvo que ser "más de un ladrón", y que incluso llegaron a entrar en la sacristía mientras ellas estaban en misa.
"Oímos abrir y cerrar la puerta, pero no le dimos importancia, pensamos que era el viento y seguimos con la misa", cuenta.
Nada más acabar la misa descubrieron el robo y que únicamente había quedado "una bolsita en la que había una moneda de 20 céntimos, otra de diez y otra de cinco" en la caja de la tienda.
"Gracias a Dios que, como suelen decir, las monjas tenemos un plato de garbanzos asegurado. El pueblo nos quiere mucho, nos han traído comida. Estamos apañaditas", dice.
Las hermanas denunciaron los hechos el mismo domingo a la Guardia Civil.
Los vecinos creen que este robo puede formar parte de la ola de hurtos que se han producido en los últimos días en otras casas, tiendas y kioscos del pueblo.