Atraco a mano armada. Literal. Dos animales con todas sus letras. Un murciélago y un cerdo atracan a un vidente con la inestimable compañía de un cartero muy particular y de todos cuantos van pasando por el local, como el comisario que también aparece por allí.
Los sevillanos roban buenas maneras sobre las tablas y remontan la noche.
‘La banda del disfraz’ roban aplausos y caldean al respetable. Si quieres pegar un buen palo “ponte un traje de chaqueta” dicen. Sorprenden. Palos y más palos. Con arte se despiden al grito de “cuarteto”.