A las 12.00 horas, ha dado comienzo el Pregón de la Semana Santa de Cádiz 2024, el periodista deportivo Fernando Díiaz, acompañado de las autoridades del Consejo de Hermandades y Cofradías de Cádiz, del Ayuntamiento de la ciudad y de la diócesis, encabezada por el obispo de la ciudad y el Delegado Episcopal para las Hermandades y Cofradías gaditanas.
El pregonero, vestido de chaqué clásico y corbata celeste, ha sido recibido con un clamoroso aplauso, mientras la filarmónica de Conil ambientaba el teatro con marchas procesionales.
En primer lugar sonó la marcha Pasan los Campanilleros de Manuel López Farfán, de la que este año se cumplen 100 años. Seguidamente le siguió Ecce- Homo del maestro Escobar y Virgen del Valle de Vicente Gomez Zarzuela, esta última elegida por el pregonero.
La presentación a Fernando Díaz ha corrido a cargo del cofrade gaditano y pregonero de la Semana Santa de 2017, Juan Mera Gracia.
Mera ha hecho una reivindicación de la Semana Santa, agradeciendo a los cofrades gaditanos el esfuerzo año tras año por sacar adelante un colectivo de tanta gente y con tan pocos recursos. Ha hecho un repaso a la trayectoria profesional y personal de Fernando Díaz, ha acentuado su labor deportiva tanto en la prensa escrita como en el Cádiz CF.
Tras los saludos de rigor a las autoridades, el pregonero inició un repaso cronológico por la Pasión del Señor y los dolores de la Virgen, que fue amenizando con poesías, prosa y con proyecciones que iban acompañando su discurso en una pantalla de grandes dimensiones del escenario. Una vez hecha la introducción, cuenta sus recuerdos de niñez con las distintas hermandades a las que pertenece: Prendimiento, Sanidad, Medinaceli y Santo Entierro.
El hermano mayor del Santo Entierro se ha mostrado emocionado aunque ha sabido aguantar la emoción, esquivando la lágrima y con recursos de gran profesional; varios toques de humor y anécdotas cotidianas vividas en primera persona a lo largo de su trayectoria, le hacían remontar en ese encefalograma de emociones. Sus ojos de emoción tras la primera parte del pregón, delataban que se encontraba especialmente feliz ante el reto de proclamar a los cuatro vientos, una Semana Santa que “volverá a evangelizar por las calles de la ciudad”.
El pregón ha estado cargado de mensajes y con una carga emocional continua de principio a fin. Mensajes de esperanza y optimismo y en él recorrió sus experiencias y vivencias cofrades desde que era un joven e hizo referencia a su familia, siempre de la mano en todo su periplo cofradiero. En su texto, que fue mezclando entre la prosa y la poesía, se citaron a todas las hermandades de la ciudad y por supuesto las devociones de aquellas hermandades a las que pertenece.
Su pregón fue “alumbrado” en todo momento por el cirial de Genaro, en alusión a Genaro Castejón Castro, un cofrade muy conocido de Cádiz, siempre vinculado al mundo de los acólitos.
Díaz Riol hizo referencia en su texto a la problemática de la hermandad del huerto e invitó a la reflexión, no solo a los cofrades de base, sino también a la curia, ya que “parece mentira que hayamos llegado a este puesto por no conseguir un acuerdo y o entendimiento”.
La exaltación se ajustó perfectamente al tiempo, como pretendía el pregonero (duró apenas una hora y cinco minutos), y consiguió lo que desde el principio era la intención de Díaz: “Si soy capaz de aportar algo positivo en las conciencias de los cofrades gaditanos, saldré satisfecho del teatro”, había confesado semanas antes en el programa Luz de Pasión en su visita de esta cuaresma.
Además, en el texto destacaron varios apartados dedicados a la hora de salida del Perdón (las tres de la mañana), a las tradiciones, el estilo flamenco del Nazareno y su misión, sin olvidar temas tan actuales y comprometidos como la guerra de Rusia-Ucrania, o la crisis mundial en la que la sociedad se encuentra.
Fernando cerró las cubiertas de su pregón en torno a las 13.45horas con los sones musicales de los himnos nacional y andaluz como despedida. El pregonero se ha llevado una grandísima ovación cuando finalizó su intervención.
Una vez concluido el pregón y antes del ágape en el Hotel Atlántico, el pregonero fue a visitar a la Virgen de la Palma, como manda la tradición, expuesta en solemne ceremonia de besamanos.