A falta de un mes para que, de nuevo, comience a rodar el balón en los campos de fútbol españoles, el Cádiz CF ha cerrado tres incorporaciones que dan un buen salto de nivel a la plantilla. Cabe destacar las llegadas de Joseba Zaldua y Víctor Chust, quienes están llamados a tener un papel importante en los planes de juego de Sergio González.
Sin embargo, muchos cadistas andan preocupados ante la situación de la plantilla a escasas semanas para que comience el campeonato nacional de liga. Algunos opinan que la dirección deportiva debería haber cerrado un mayor número de fichajes. Sin duda alguna, es una crítica que sorprende bastante, sobre todo si tenemos en cuenta los precedentes en cuanto a los mercados de fichajes se refiere. Sin ir más lejos, durante la pasada temporada, la dirección deportiva del Cádiz CF tuvo que remediar en invierno aquello que no fue capaz de lograr durante el verano.
Por ello, la gestión del club durante este mercado de fichajes estival, siguiendo el “despacito y buena letra, que el hacer las cosas bien importa más que hacerlas”, me está gustando bastante. Muy especialmente tras la llegada, en propiedad, de Víctor Chust. Un jugador que, inexplicablemente, no gozaba de suficientes oportunidades bajo los mandos de Álvaro Cervera pero que, tras la destitución de éste, se destapó como uno de los grandes pilares de la zaga cadista.
Quizás, las expectativas generadas por el fichaje de Víctor Chust no nos dejan ver la realidad. O, quizás, dicho fichaje merece el gran reconocimiento y atención que se le está dando. Un canterano del Real Madrid que estaba llamado a ser el sustituto de Sergio Ramos y que, sorprendentemente, ha recalado en nuestro club por apenas un millón de euros. El tiempo dirá si las expectativas son o no justas con él, pero lo que es seguro es que el Cádiz CF ha cerrado un fichaje con el que, hace escasos años, los cadistas ni se podían permitir el lujo de soñar.
