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Cádiz

Que nos quiten lo rezao

Noviembre es el principio de un fin de año de lo más cofrade que se recordará en mucho tiempo

  • Procesión de Cristo Rey este domingo. -

Da la sensación de que las cofradías quieren recuperar el tiempo perdido, tras una pandemia que no termina de irse. Noviembre es el principio de un fin de año de lo más cofrade que se recordará en mucho tiempo.

El mes de los difuntos nos dejó en su primer día de vida, la procesión de una Virgen de La Palma que le devolvía al barrio de la viña su identidad más anhelada a su paso por el balneario que lleva su nombre. Fueron avanzando los días dejándonos reflexiones al Cristo de la Piedad y el cambio de sede de la Archicofradía de las Aguas; solemnes cultos para las hermandades del Santo Entierro, la Virgen del Patrocinio y Ntra. Sra. del Amparo; rosarios vespertinos de la Virgen de los Dolores, Piedad y la Virgen de las Penas; y una procesión de Cristo Rey, que el domingo volvía a rescatar los sones de la agrupación musical Polillas, en un domingo de dudas por las inclemencias del tiempo.  

El caso es que diciembre -como las alforjas de los Reyes Magos-, también viene a reventar en cuanto a movimiento cofradiero se refiere. Para empezar, el día 4 se espera una procesión extraordinaria sin precedente de María Santísima de la Salud, titular de la hermandad de Sanidad, con motivo del 75 Aniversario Fundacional de la Cofradía. Una manifestación de rogativas dedicada a todas las víctimas de la pandemia y en homenaje a todo el gremio sanitario vinculado con esta cofradía desde su Fundación.

Pero si seguimos recorriendo el entrañable y familiar mes de diciembre, aparte de las cien mil campañas navideñas en las que andan envueltas las hermandades; más allá de los habituales belenes que empujan en dirección de nuestras más autóctonas costumbres; y además de los cultos y besamanos de las tres Esperanzas de la ciudad, el mes de la navidad, nos dejará la salida extraordinaria de los que son considerados los padres del gaditano: la Virgen del Rosario, y Nuestro Padre Jesús Nazareno. Será el día 8 de diciembre cuando se fundan las dos devociones magnas de la capital en una eucaristía presidida por el Obispo Zornoza, en la que se dará gracias por la protección dispensada en los últimos tiempos.

Una traca final del año que no está nada mal como preludio de lo que viviremos en 2022 con un viacrucis -ya anunciado-  que presidirá el señor de la Sentencia; con una pregonera -Toñi Martínez- que será presentada a los pocos días de tomarnos las uvas en el Ayuntamiento; y para una cuaresma a la que ni don carnal le hará sombra, por sus tejemanejes con el máximo edil del consistorio. Estamos ante un fin de año y un inicio del nuevo de lo más atractivo para la actividad cofradiera.

No obstante, como no sabemos lo que tardará la pandemia en volver a encerrarnos, ni el tiempo que don carnal estará de veraneo por la Rivera-Falla, aprovechemos cada instante, saboreemos cada momento y mientras esto dure “que nos quiten lo rezao”.

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