El déficit viene de los gastos extraordinarios que no han podido sufragarse
El Obispado de Cádiz hizo públicas sus cuentas el pasado miércoles, pero en ellas sólo se especificaba los gastos e ingresos ordinarios de la Diócesis en el ejercicio de 2008, cuya resultado arrojaba un superávit de 1,1 millones de euros. Pero en el desglose se pasó por alto un apartado importante, que cambia radicalmente el estado de las cuentas.
Según los últimos datos, aportados por el Obispado, el 2008 se cerró con 2.751.728,38 euros de déficit, que es precisamente el dinero que adeuda la Iglesia gaditana a los bancos a raíz de los créditos solicitados para hacer frente a los gastos extraordinarios derivados de la construcción de nuevos templos (2.521.707,23 millones de euros), programas de rehabilitación de los ya existentes (1.297.882,95 millones de euros) y otros no especificados (83.900,83 euros). Si se realiza la suma de todos estos gastos extraordinarios se arroja un total de 3.903.491,01 millones de euros. Un montante que se consiguió reducir hasta los 2.751.728,38 gracias a los ingresos extraordinarios obtenidos a través de las subvenciones de capital (436.138,68 euros), y otros ingresos no especificados (162.458,75 euros).
El Obispado hizo publico estos datos con motivo de la campaña del Día de la Iglesia Diocesana 2009. En este sentido, desde la Diócesis se apuntó que en el ejercicio de 2008 se había producido un incremento en la Aportación Voluntaria de los fieles, que contiene todas las colectas realizadas en las parroquias para fines propios y para otros fines como Manos Unidas, Misiones, Cáritas; Donativos generales y para fines específicos; ingresos por Archivos y Servicios Parroquiales, etc… de un 8 por ciento más que en el ejercicio de 2007.
Sin embargo, de los cuatro apartados que suman el total de la Aportación Voluntaria de los Fieles solo el apartado de Suscripciones, o Cuotas fijas resulta un porcentaje negativo del 0,23 por ciento respecto al ejercicio de 2007. Este dato puede estar relacionado con la Crisis Económica.
Entre las modalidades de aportación voluntaria, la Iglesia asegura que la más aconsejable es la Suscripción Periódica, porque permite afinar más en los presupuestos al conocer con que cantidades fijas se cuentan.