Según los datos facilitados por el Obispado, el año pasado hubo un incremento en la aportación voluntaria de los fieles de un 8 por ciento con respecto a 2007. En este apartado se incluyen todas las colectas realizadas en las parroquias para fines propios y para otros fines como Manos Unidas, Misiones, Cáritas y donativos generales.
De los cuatro apartados que suman el total de aportaciones voluntarias, sólo el de suscripciones o cuotas fijas ha resultado con un porcentaje negativo del 0,23 por ciento en comparación con el año anterior. Un dato que la Diócesis atribuye principalmente a la crisis económica.
Es por esto, por lo que el Obispado ha aprovechado para hacer un llamamiento a los fieles para que se animen a participar en las suscripciones. En este sentido, señala que se trata de la aportación más “deseable”, ya que permite afinar más en los presupuestos al conocer con qué cantidades más o menos fijas se cuentan.
Aunque la Diócesis de Cádiz es una de las que más fondos recibe habitualmente de los ciudadanos, (un 54 por ciento de su financiación total de 2008 frente al 50 por ciento de la media del resto de España), el Obispado ya ha advertido de que en 2009 han disminuido las aportaciones y que la previsión para 2010 es aún peor.
La financiación de la Diócesis se completa con lo que se percibe de los ingresos corrientes, que ascendieron a 1.098.545,62 euros (un 12 por ciento del total); los obtenidos a través de la puesta en valor del patrimonio y otras actividades, que supusieron 1.547.206,27 euros (17 por ciento) y la procedente de la Asignación Tributaria, 1.612.031,77 euros (17 por ciento). En total los ingresos de la Diócesis en 2008 fueron de 9.362.560,5 euros.
Unos fondos con los que se hicieron frente a los 8.210.797,87 euros de gasto con los que se cerró el ejercicio de 2008.
Este dinero fue destinado en un 33 por ciento a la conservación de edificios y funcionamiento de los mismos, que necesitó una inversión de 2.726.818,82 euros. Otro 30 por ciento se destinó a cubrir las necesidades pastorales y asistenciales, lo que se tradujo en 2.438.708,95 euros. Un 22 por ciento, o lo que es lo mismo, 1.768.868,76 euros fue a parar a la retribución del clero, mientras que otro 13 por ciento, o 1.098.559,87 euros sirvió para cubrir los gastos derivados de las retribuciones seglares. A todo esto hay que sumar los 177.841,47 euros dedicados a las aportaciones de centros de formación, un 2 por ciento del total.
En definitiva, más de 1 millón de euros de superávit. Unos fondos que habrán servido para hacer frente a los gastos de 2009, año en el que los ingresos se han reducido sensiblemente según el Obispado.
El obispo de la Diócesis, Antonio Ceballos Atienza, ha asegurado que en estos momentos de “profunda crisis” el acompañamiento y la ayuda de la Iglesia son de “gran esperanza” para una sociedad “dolorida”. Asimismo, apuntó que “la colaboración de los católicos es indispensable más que nunca”.