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Sindéresis

El fango

A este método lo podríamos describir como empujarte al fango desde fuera.

Publicado: 15/08/2020 ·
14:53
· Actualizado: 15/08/2020 · 14:54
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Autor

Juan González Mesa

Juan González Mesa se define como escritor profesional, columnista aficionado, guionista mercenario

Sindéresis

Del propio autor:

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Cuando se intenta desprestigiar a una formación política se hace desde dos posiciones. Una es la normal y legítima en una democracia: desde el púlpito de las Cortes, dialécticamente, ya sea retorciendo la realidad o diciendo verdades como puños, ya sea con falacias argumentales o con una lógica incontestable, que a los efectos de esta columna importa poco; en las Cortes se puede decir casi cualquier cosa, aunque sería preferible que nuestros representantes dieran ejemplo de la sociedad en la que nos gustaría vivir y dejar en herencia a las siguientes generaciones.

A este método lo podríamos describir como empujarte al fango desde fuera.

Hay otro método, que es el que usan normalmente las organizaciones criminales, ya tengan o no representantes en las Cortes, y es arrastrarte al fango desde dentro. Antes que nada, me gustaría matizar que, para mí, una organización criminal en lo que compete a nuestra democracia, una mafia política, es aquella que usa métodos ilegales para conseguir sus objetivos políticos. Generalmente hacen un balance de impacto en caso de ser pillados con las manos en la masa y, si según ese balance, ganan más de lo que pierden cruzando la línea de la ley, pues la cruzan. Estos métodos en ocasiones pasan por el desprestigio público de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, del periodismo y de la judicatura, por ejemplo cuando policías fabrican pruebas falsas para desprestigiar a Podemos, un juez acepta el asunto a sabiendas y los medios, también a sabiendas, se hacen eco. Jueces, periodistas e investigadores corruptos necesitan bajar al barro para hacer esto y, desde allí, intentar arrastrar al enemigo político, que es solo enemigo de las élites con capacidad de sobornar y someter a unos y a otros. Una vez en el barro, no se ensucian tan solo a sí mismos, sino a sus gremios, de modo que la gente pierde la confianza en la clase política, que es algo con lo que cuentan y desean, pero también en la prensa, los juzgados y las comisarías.

Con la excusa fabricada y falsa de salvar a España de caer en las garras de un régimen totalitario comunista, la convierten en un régimen totalitario neoliberal. Detrás de este escenario, cuando la gente se sienta vendida por la democracia, entonces les va a dar igual que quien venga a rescatarlos sea un nazi. Así que cada vez que dais crédito a una acusación contra Podemos a sabiendas de que es falsa, solo porque queréis que Podemos caiga en votos, estáis abriendo la puerta de la cochinera en que conseguimos encerrar hace mucho tiempo a los perros del fascismo. Esta bien que no me creáis; de hecho, me da lo mismo si al menos consigo que me escuches en esto: ¿crees que los jueces, las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, y la prensa, deben ser siempre justos? ¿Crees que nuestra libertad individual y colectiva se basa en eso? ¿Crees que es mejor para ti y para los tuyos que los jueces nunca jamás se atrevan a cruzar la línea de abrir un juicio contra absolutamente nadie solo para perjudicarlo políticamente, aunque sepa que está prevaricando con ello?

 ¿O por el contrario prefieres un mundo en que estos tres poderes no tengan ningún límite legal ni moral? Porque entonces, vecino, eres tú quien está ayudando a crear ese régimen totalitario, vamos a llamarlo comunista para que me entiendas, que tanto miedo te da. Un régimen en el que no importa si eres culpable o inocente, sino el carné del partido político que tengas en la cartera. Porque Podemos va a seguir en pie, y más endurecido que antes, y con una militancia más firme, porque nosotros sí tenemos fe en nosotros.

 Pero tú vas a perder la fe en todo y, con ello, regalarás el futuro de todos a la mafia. 

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