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El Dedo

Robinson Crusoe

Las consecuencias no se han hecho esperar y el Tribunal de Cuentas le ha puesto una multa de 5.000.000 euros por desacato a la ley

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Indecente, descarado, chulo, prepotente, iluso, creído e irresponsable son algunos de los calificativos aplicables al que fuera presidente de la Generalitat, Artur Mas, obligado a dejar el cargo por sus propios correligionarios y nombrando a dedo, para sustituirlo, al actual Puigdemont.

Recuerdo la chulería con la que se presentó ante el mundo entero asumiendo la responsabilidad de sacar las urnas a la calle aquel 9 de noviembre donde él, y solo él, era el culpable; pues bien, las consecuencias no se han hecho esperar y el Tribunal de Cuentas le ha puesto una multa de 5.000.000 € por desacato a la ley que, de no pagarlos, responderá con su patrimonio y con la cárcel.

Hasta aquí todo parece claro. Lo que no parece tan claro es que, por parte del señor Junqueras y algún otro, se pretenda que la sanción la paguen entre todos los catalanes porque de esa forma correspondería a 1 € por cabeza.

Este Junqueras es un gracioso al que le pediría que repartiese también los más de 100.000.000 de euros que se llevan en sueldo los dirigentes del Gobierno catalán.

El señor Junqueras, este voluminoso catalán, además de gracioso ha sido designado para que se encargue de comprar las urnas con destino al referéndum que se pretende celebrar el próximo día 1 de octubre que, tal y como le han asegurado por activa y por pasiva desde el Gobierno central, esas votaciones no serán llevadas a cabo porque así lo prohíbe la Constitución Española.

Usted señor Junqueras sabrá que una urna, además de ser un recipiente para depositar votos, también puede ser un ataúd, así pues adquiera una bien grande para que podamos asistir a su entierro político.

Por tanto, si lo que usted desea es ser independiente, haga lo mismo que Robinson Crusoe y váyase a una isla desierta y, en vez de un loro llévese al señor Puigdemont, que ese repite todo lo que usted quiera.

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