“Me dijo que me fuera a almorzar con ella y habláramos pero le dije que no, que yo estaba en huelga de hambre y que lo que quería era reunirme para que estudiaran el caso de mi hijo”, señaló a este medio esta vecina de Jerez, cuya lucha para pedir justicia para que el crimen de su hijo se esclarezca ha hecho que todos la conozcan como la “madre coraje”.
Finalmente, ya por la tarde, una secretaria de la diputada nacional acompañó a Antonia a las dependencias oficiales, donde mantuvo una reunión a la que más tarde se incorporó su abogado, a quien los políticos le han pedido que les remitan toda la información del caso y pruebas periciales con las que cuentan “para ver qué se puede hacer y si el caso puede reabrise otra vez”. Aunque satisfecha por haber obtenido este compromiso, la madre del joven que en 1995 muriera asesinado en la gasolinera en la que trabajaba tiene claro que volverá en septiembre “si no hacen nada”.