Buena chirigota del Vera Luque este año, simpática y con buenas letras, pero no va por ahí el tiro. Tras Vistalegre 2, congreso que reunía a anticapitalistas, comunistas, socialdemócratas, autodenominados herederos del 15M, anti-taurinos, los vecinos del quinto, deshechos de tienta del PSOE, desunidores de Izquierda Unida, anti-sistemas de boquilla, amantes de lo público pa mí y lo mío también, se vuelve a desteñir el circulo.
Tampoco vamos a hablar de purgas al estilo de los congresos comunistas y de su existencia desde siempre, entre otras cosas, porque las purgas la realizan todos los partidos políticos, sea cual sea su ideología.
Por tanto, ante las diferencias entre miembros es normal que quien gane la batalla aparte al que pierda, aunque se grite “unidad” por parte de los asistentes.
El daño ya estaba hecho y hay nuevos amigos y compañeros de viaje. Ley de vida.
Pablo Iglesias, desde su irrupción en los medios, bueno en la Sexta, nunca me pareció un mentiroso o un exagerado, me pareció un tipo que ponía encima de la mesa una serie de problemas y de realidades, que aunque nunca ofrecía soluciones claras, quizás porque sabe que a la mayoría de los votantes no les gustan las formulas excesivamente violentas, sus palabras tampoco me sonaron novedosas.
La Universidad de Cádiz tiene profesores que defienden postulados y argumentos similares desde hace más de veinte años. Pero claro, estos profesores no han contado con el entorno socio-económico propicio, un medio de comunicación volcado en la causa y apoyos externos de grandes dimensiones.
Irrumpieron con fuerza, dejando herido al PSOE y al borde del abismo a IU, cuyos dirigentes se han empeñado en autodestruirse, prácticamente como ya hacen los nuevos.
Quizá sea el mal endémico de los comunistas, querer ocultar su ideología e intenciones y ser excesivamente personalistas.
Sorprendieron el 20 de diciembre, con un subidón espectacular por los resultados cosechados en las elecciones de 2015, que dejando a un lado desahucios, paro y corrupción se atrevieron a embarcar en las cuestiones territoriales, quizá para hacer un guiño sólo a vascos y catalanes.
Un subidón que les duró en exceso y cuya “borrachera” les condujo a proponer sus propios cargos y funciones. Tampoco aquellas exigencias a Pedro Sánchez, ahora podemita, tenían mucha vinculación con los problemas que los ciudadanos sufríamos y sufrimos.
Tocar poder a toda costa, aglutinar muchas corrientes, la calle y no la moqueta y hasta atribuirse aspectos de la social-democracia pero abrazados a grupos anticapitalistas.
En pleno desvarío, con Vistalegre 2 como telón de fondo, en una entrevista con Pedro Piqueras, el señor Iglesias habla de recetas, citando a Keynes. Ahora son buenas las políticas subsidiarias, los planes E, los planes proteja… Políticas del “pan pa hoy” como quedaron demostradas con Zapatero, en su momento y con los 40 años de PSOE en Andalucía. Los parches son parches y las soluciones a los problemas no se acometen parcheando.
Mostrar ahora la fórmula fracasada del PSOE para tener ideología en tu propio partido es demostrar que se huye de los paradigmas comunistas, que no se tiene clara la ideología del partido y que aglutinar a todas las corrientes no es la solución a discusión interna. Demasiadas controversias internas, demasiadas dudas para los ciudadanos.
Defienden el trabajo en equipo y el consejo ciudadano, pero si sale otra forma de actuar y funcionar, me largo; defensa del federalismo, el respeto por las nacionalidades pero en Andalucía no permitimos la independencia política de la marea andaluza; declarados abiertamente anticapitalistas pero socialdemócratas y neokeneysianistas.
Demasiada controversia, y no nacieron ayer para seguir en el mismo punto de partida.
