El insufrible tráfico de nuestra ciudad no sólo es fruto de que muchos conductores sean unos desalmados, también lo es de las sucesivas ordenaciones de tráfico de unos y otros gobiernos municipales, incapaces de prever lo que es manifiestamente lógico que ocurrirá. Basta observar el tapón que originaron en la plaza de la Constitución, zona por excelencia comercial y de negocios y a la que dejaron incomprensiblemente huérfana de paradas de taxis, paradas de autobús y zonas de descarga comercial, a pesar de lo que se ha chapuceado después. Las aceras están invadidas de motos pero los conductores de éstas se preguntan dónde aparcarlas correctamente si el Ayuntamiento no les habilita zonas ordenadamente estéticas para ello. Ahora nos cierran la Carrera (otra chapuza pues al pasar autobuses y taxis ya no es peatonal y nadie puede andar por la calzada) y nos piden que vayamos por las circunvalaciones cuando la del Castillo no tiene anchura ni para dos vehículos, y la del "colesterol" no tiene alternativas de salidas varias ni carriles a discreción. Para colmo, en su día modificaron Adarves Bajos y de dos sentidos la dejaron en uno, al igual que Álamos y nos dejaron sin las tan cacareadas alternativas. El paso subterráneo, inaugurado hace dos años, ahora está desvergonzadamente de nuevo patas arriba de modificaciones a base de tirar el dinero público, y el Paseo de la Estación -que estuvo levantado hace menos de una década- otra vez será puesto en obras para meternos el tranvía y quitarle dos carriles a los coches, eliminar el estacionamiento y con ello las zonas de descarga por lo que se antoja previsible que los transportistas bloquearán el único carril por sentido que quedará al descargar lo que transportan. En la Avenida de Madrid ahora van a meternos otras tres rotondas para frenarnos en la marcha en lugar de hacer pasos subterráneos que agilizarían el tráfico sin interrupciones, y así podríamos seguir con un rosario de decisiones que toman unos y otros, da igual si la batuta de mando la tiene el PP que el PSOE o IU. Al final tal vez son los técnicos municipales los que no atisban la salida guiados por los políticos y vete a saber qué o quién y por qué. Pero resultará que los culpables de los desaguisados, los responsables de las pitorradas insufribles de los coches, serán los conductores y no quienes planifican esta maraña de caos. Guste o no, vivimos el siglo de los vehículos y no podemos vivir de espaldas a la realidad. Y una sugerencia: dispongan la calle Ramón y Cajal en doble sentido para que los que salgan del parking del Mercado puedan ir por ella y bajar por Muñoz Garnica (cines "Alkazar") hasta San Ildefonso, así se evitará el colapso que han provocado en la calle de "Correos" con el cierre de La Carrera. ¿Es tan difícil pensarlo?
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