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“Respetamos todas las opiniones, pero pedimos respeto para Befesa”

Nereida Pascual, como directora del Centro de Residuos Industriales de Nerva, se ve obligada diariamente a afrontar dos retos: el de su labor al frente de una instalación de estas características, y hacer frente a las continuas críticas que envuelven al centro. Ella rehuye de las polémicas

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  • Nereida Pascual (directora) -

Nereida Pascual Moreno (38 años) es directora del Centro de Residuos Industriales de Nerva. Es de Huelva y licenciada en CC Biológicas por la universidad Granada. Posee un Máster en Calidad  y Medio Ambiente. Tras  un año en Irlanda es responsable de calidad y medio ambiente durante cuatro años en una empresa de desarrollo de proyectos energéticos. En 2005 se incorpora a Befesa, en Nerva,  como técnico de calidad, medio ambiente y seguridad. En 2008 pasa al puesto de adjunta a la dirección y en 2012 es nombrada directora de panta.

¿Podría resumir brevemente la historia de vuestro centro en Nerva?.

–El Centro de Nerva responde a la necesidad de tratar los residuos que genera el desarrollo industrial. Para evitar que esos residuos contaminen el entorno surgen este tipo de instalaciones que aplican el tratamiento adecuado a cada tipo de residuo, y así minimizar o eliminar su impacto ambiental.  Con este objetivo, la Junta de Andalucía convocó un concurso para construir en esta zona una planta que ofreciera ese servicio fundamental para la preservación del medio ambiente, y fue adjudicado a la actual  Befesa. En 1996 se iniciaron las obras y 1998 comenzamos a funcionar.

Igualmente, ¿podría describir muy sucintamente las instalaciones?.

–Ocupan 140 hectáreas, la mayoría en suelos que tuvieron actividad minera y de las cuales 60 de ellas se encentran actualmente en explotación. Cuenta con  una primera zona de admisión de residuos y control de vehículos. Dispone de un área de edificios administrativos donde se encuentra el laboratorio, por el que pasan todos los residuos  para su control antes de pasar a los procesos en planta, y  a continuación, en la zona de producción están las plantas de triturado, prensado  planta de inertización de residuos, zonas de almacenamiento  y las plantas para el tratamiento de aguas industriales. Y finalmente dos zonas diferenciadas para los vasos de depósito de residuos peligrosos y no peligrosos.

¿Por qué está el centro en Nerva?. ¿Necesita unas condiciones especiales el lugar de emplazamiento de una instalación así?.

–Indudablemente, la orografía proporcionaba las condiciones necesarias para albergar este tipo de instalaciones, además del uso anterior del terreno, que había sido una escombrera de residuos mineros. Tras el correspondiente estudio,  fue la Consejería de Medio Ambiente con la Declaración de Impacto Ambiental, la que determinó la idoneidad de este emplazamiento para nuestras instalaciones.

Desde su llegada, el centro ha estado envuelto en la polémica, ¿por qué?.

–Befesa nunca ha entrado en polémica alguna. Nosotros somos una empresa que se dedica a hacer su trabajo cumpliendo con lo que dicen las leyes vigentes y que tiene todos los permisos necesarios para hacer su actividad. Respetamos todas las opiniones, y pedimos también respeto para Befesa y para los datos. No somos una empresa que contamina, sino que evita la contaminación con un tratamiento adecuado de los residuos que genera el desarrollo económico. Desempeñamos un papel esencial para la preservación del  medio ambiente contribuyendo de esta forma al desarrollo sostenible.

¿Hay algún riesgo para la población de la zona por la actividad de la instalación?.

–No. Nuestra actividad está avalada por la Autorización Ambiental Integrada, que otorga la Junta de Andalucía, y que contiene todos los mecanismos de seguridad necesarios. Estamos sometidos a controles permanentes por parte de la Consejería de Medio Ambiente. Tenemos implantados los más modernos sistemas de gestión medioambiental y de calidad, certificados por AENOR y así como el Reglamento EMAS de la Unión Europea, del cual se publica anualmente nuestra memoria ambiental. La Universidad de Huelva  trabaja con nosotros  en el control de las instalaciones y ha certificado mediante estudios la calidad del aire en Nerva, además de otros estudios realizados por  empresas especializadas independientes. El control ambiental de las instalaciones a todos los niveles nos da garantías de que trabajamos con el mayor rigor. También quiero  recordar que las denuncias medioambientales presentadas contra Befesa han sido archivadas, por lo que todas  las acusaciones se han demostrado inciertas.

¿Qué tipo de residuos se almacenan concretamente en el centro de Nerva?.

–Se gestionan  residuos industriales  peligrosos y no peligrosos. La mayoría de ellos procede de la actividad industrial  que se desarrolla en los polos industriales de Huelva y el Campo de Gibraltar, residuos derivados de  siderúrgicas, metalúrgicas, industria  química  y petroquímica, residuos procedentes de limpiezas industriales, suelos contaminados,  industria del papel, centrales térmicas  y de producción de energía eléctrica,  y en menor medida residuos de mantenimiento industrial y  talleres de vehículos. En ningún caso se gestionan residuos sanitarios ni animales ni humanos, ni residuos radioactivos, explosivos  o residuos que puedan afectar a los elementos de seguridad  de los depósitos o de la propia instalación

¿Recibe el centro residuos sin verificar procedentes de otros países de Europa? Me refiero al caso de Italia, que incluso está en los tribunales de dicho país.

–No son ciertas esas sospechas. El Centro de Nerva tiene autorización para traer residuos de cualquier punto de la Unión Europea, como sucede con cualquier otra instalación de este tipo. Todos los residuos que llegan a nuestra planta tienen los permisos transfronterizos en regla. Los residuos procedentes de Italia cumplían estas condiciones, por supuesto. Fue una polémica artificial, porque se obvió el dato esencial de que a nuestra instalación vinieron residuos industriales peligrosos, luego no había duda de que estaban bien clasificados, porque lo que investiga el juez es si se cambió allí la catalogación de peligrosos a no peligrosos a otros residuos que no son los que vinieron aquí.

¿Cómo son las actuales relaciones de Befesa con la Junta de Andalucía?.

–Las normales entre una empresa y la Administración que tiene  que controlar su actividad: de contacto y de colaboración permanente, como no podría ser de otra manera. La Consejería de Medio Ambiente siempre ha comprobado, mediante inspecciones periódicas, que nuestro trabajo cumple exhaustivamente la normativa.

¿Y con el Ayuntamiento de Nerva?.

–Correcta. Hay algunas diferencias, no voy a negarlo, pero siempre hemos tenido una relación sincera y una clara voluntad de ayudar en todo lo que está en nuestra mano, que se ha demostrado en muchas ocasiones. Y deseamos profundizar en esa línea de colaboración.

¿Cuál es a corto, medio y largo plazo el futuro de vuestra instalación en Nerva?.

–A corto plazo esperamos que las últimas decisiones ayuden a despejar las dudas que se han expresado desde distintos ámbitos. Estamos convencidos de que así será. A medio y largo plazo confiamos en que la ansiada recuperación económica permita una reactivación de la producción industrial, porque eso ayudará a aumentar nuestra actividad, y redundará en beneficio para todos, sobre todo en términos de empleo y de contribución solidaria al progreso de Nerva y su comarca.

"LO QUE HACEMOS ES CLAVE PARA LA INDUSTRIA ONUBENSE"

¿Cree que se usa el Centro de  Nerva como arma arrojadiza entre los distintos partidos políticos?.

–Eso debe preguntárselo a ellos. Befesa no entra en el debate entre partidos. Nosotros compartimos lo que hace poco dijo la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA): que el trabajo que aquí realizamos es clave para el funcionamiento de la industria onubense y el mantenimiento del empleo, y que es mejor dejar este tema al margen de la discusión pública.

¿A qué cree que responde la reactivación de la polémica en torno al Centro en las últimas semanas?.

–Sobre eso deben pronunciarse quienes quieran alentar polémica, que para Befesa no es tal, porque cumplimos estrictamente con lo que dicen las leyes y tenemos todas las autorizaciones necesarias para seguir trabajando con normalidad. Para nosotros no ha pasado nada que justifique un cambio de situación.

Tenéis una sentencia favorable que os permite ampliar las balsas, en contra de la postura del Ayuntamiento de Nerva. ¿Puede explicar este asunto con precisión?.

–En 2009 Befesa presentó una solicitud de licencia para realizar una obra civil necesaria para ampliar el depósito de residuos peligrosos, previamente aprobada por nuestra Autorización Ambiental Integrada. El Ayuntamiento de Nerva denegó la licencia, y la empresa recurrió al Contencioso-Administrativo, que finalmente ha dado la razón a Befesa. Lo que ha habido es una diferencia sobre un tema puntual, que se ha resuelto en el organismo judicial competente. Estamos satisfechos con el resultado y ahora esperamos que esta decisión judicial contribuya a clarificar las cosas y a que sigamos operando con normalidad.

La pregunta 'del millón' en la comarca es saber si está, o no, colmatado el centro. Como máxima responsable ¿puede detallar en qué punto se encuentra actualmente?.

–El Centro de Nerva tiene capacidad suficiente para seguir recibiendo residuos durante quince años, de acuerdo con la Autorización Ambiental Integrada aprobada por la Junta de Andalucía en 2008 y renovada en 2012, y sin necesidad de hacer obras de ampliación. Con las obras de recrecido que autoriza la sentencia del Contencioso-Administrativo al otorgar la licencia, la capacidad aumentaría aún más. 

“LOS DATOS DE EMPLEO Y DE AYUDAS A COLECTIVOS DEMUESTRAN NUESTRO COMPROMISO CON NERVA”

Una de las quejas que continuamente hace el alcalde de Nerva, Domingo Domínguez (PSOE) es que el municipio no recibe las contraprestaciones deseadas por albergar su término municipal vuestro centro. ¿Qué opina al respecto?.

–Befesa siempre ha cumplido con todas sus obligaciones. Nuestro centro emplea a 44 personas, de las que el 80 por ciento son de Nerva y su comarca. Además, hay otros 150 empleos indirectos entre subcontratistas y proveedores. Desde el inicio de nuestra actividad aportamos al Ayuntamiento nervense, aparte de los impuestos correspondientes, un canon voluntario en proporción a los residuos que entran, y que en estos años ha supuesto unos 11 millones de euros para las arcas municipales. Por último, tenemos un programa de ayudas a 13 asociaciones y entidades de Nerva, al que se ha destinado 200.000 euros desde que empezamos. Creo que estos datos demuestran nuestro compromiso con Nerva.

 

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