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El aceite usado en las cocinas de centros de Diputación se transformará en biodiésel

La institución provincial adjudica el servicio de recogida y reciclaje en residencias de mayores, escuela de hostelería, centros de educación ambiental y hoteles de TUGASA

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Diputación ha adjudicado a la empresa Regrasol el sistema de recogida y tratamiento de los aceites usados en las cocinas de centros dependientes de la institución provincial. Este residuo, que puede alcanzar un volumen de 5.500 litros al año, se trasladará por la citada firma autorizada a una planta de reciclaje para su conversión en biodiésel. El servicio ya es efectivo y se ha iniciado con el suministro de los contenedores que captarán los aceites usados. El contrato ha sido adjudicado conforme a las premisas técnicas establecidas por la Agencia Provincial de la Energía de Diputación.

El vicepresidente segundo de Diputación, Bernardo Villar, y la responsable de Turismo en la institución provincial, Inmaculada Olivero, han explicado los detalles del servicio. Antes de la reciente adjudicación –resuelta tras licitación pública- ya se recogían los aceites usados en la mayoría de los centros, si bien el nuevo contrato confiere mayor estabilidad en el marco de un sistema de gestión normalizado.

Regrasol recogerá los aceites generados en las cocinas de las residencias de mayores de Cádiz, El Puerto de Santa María y La Línea; el Hogar de los Dolores, en Jerez; la Escuela de Hostelería Fernando Quiñones, en Cádiz; el centro de educación ambiental El Castillejo, en El Bosque; así como en los nueve establecimiento hoteleros de la red Tugasa: sitos en Medina, Vejer, Castellar, El Bosque, Zahara de la Sierra, Olvera, Setenil, Villaluenga del Rosario y Algar.

El nuevo sistema no comporta gasto alguno para Diputación. De hecho la institución provincial ingresará, por parte del adjudicatario, un canon anual de 2.000 euros. Esta cantidad se dedicará a la reposición de suministros, como luminarias de bajo consumo, que incidan en la eficiencia energética de los establecimientos de Diputación.

Bernardo Villar ha valorado los beneficios medioambientales derivados del reciclaje de los aceites de cocina. El biodiésel resultante es biodegradable, de baja toxicidad y –en comparación con la gasolina o el gasóleo- reduce las emisiones de gases de efecto invernadero hasta un 90 por ciento.

Diputación, a través de la Agencia Provincial de la Energía, pretende generalizar esta práctica a la sociedad y no limitarla a una experiencia aislada en el ámbito de sus centros. De hecho, participa en el proyecto europeo Recoil junto a 10 socios institucionales de Portugal, Italia, Bélgica, Dinamarca y Grecia. Con Recoil se quieren constituir mercados locales en el ámbito de la recogida y transformación de aceites de cocina, al objeto de incrementar la producción sostenible de biodiésel. Los aceites que  no se reciclan y se vierten por los desagües crean serios problemas de toxicidad en ecosistemas naturales, dificultan el funcionamiento de las depuradoras y encarecen el mantenimiento de las redes de alcantarillado.

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