El tiempo en: Punta Umbría
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Expositor

El cuadro de actores del ‘Show de Truman’

Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai

Me quedo con los gestos, los ademanes, los rictus, las sonrisas de medio pésame, de esta última semana…  Ya tenemos, pues, de nuevo, como en el albores de la Transición, un rey joven, a largo plazo, a quien nos seguirán mostrando en su particular ‘Show de Truman’, criando a los hijos, esquiando en Baqueira, veraneando en Marivent y dándonos el entrañable tostón de Nochebuena con el discurso de fin de año. Esto de que, a casi 40 años de la muerte del dictador, la toma de posesión de un jefe de estado democrático, se protocolice con el inevitable uniforme de capitán general de los ejércitos, sinceramente, a estas alturas del No-do, se antoja un tanto ñoño, anacrónico. La ausencia casi absoluta de gestos de emoción entre la concurrencia a los fastos, pese a la apabullante cobertura mediática, escenificó un inicio de reinado de Felipe VI en el que queda claro, de partida, que no levanta entusiasmos. Tendrá que írselos ganando, día a día, con el paso de los años: unos años que serán casi toda nuestra vida. Cuarenta años del padre, otros cuarenta del hijo, antes de que el apuntador se encomiende, indefectiblemente, al espíritu santo y a la reina Leonor de Borbón y Ortiz.


La eliminación, a las primeras de cambio, de la Roja sume al país en una desgana balompédica desconocida en la piel de toro desde los tiempos de Kubala. Nadie habla de fútbol. Incluso, de antemano, la gente decidió no compartir apretujada, ante pantalla gigante, de obligado colorado, el sentimiento de España. Miren, si no, lo que pasó aquí mismo, en Jaén. Cuatro gatos. La gente selecciona por empatía y afinidad. A cada cual su imaginario. Señal inequívoca de que arraigan ya varias Españas en nuestra alma colectiva. A pijos y desheredados nos los une, en este momento, ni un gol de Iniesta en el último minuto. El paisano Montoro, el ministro de Hacienda,anuncia ventajas fiscales inusitadas para las clases medias en la próxima declaración del IRPF. El Gobierno de Rajoy responde, así, a la llamada de auxilio de las territoriales del PP ante las malas perspectivas que avanzaban los recientes resultados electorales. Precampaña en ambas orillas.
Ante el asalto inopinado del olimpo de Ferraz por parte de varios candidatos, el PSOE de Jaén repite la fórmula de promover entre la dirigencia plataformas de apoyo a los principales candidatos. Pedro Sánchez y Eduardo Madina, en principio. Y, luego,  también, en aras de la equidad, a trompicones, a favor de Pérez Tapias, náufrago de la casi inexistente Izquierda Socialista. Paco Reyes, en esta suerte de tesituras, solo ansía que no se le vea el plumero. Si ser susanista es no respaldar a Madina –un tipo serio, al estilo Rajoy-, libremente, una buena parte de alcaldes y secretarios locales en la vasta Jaén rural se suma a la alternativa del menos oficial de los aspirantes a la mayor oficialidad representativa de los socialistas, Pedro Sánchez. El extemporáneo y almodovariano grito de ¡¡¡Peeedrooo!!! lo comparte hoy la mayor parte de los que son, y quieren seguir siendo en el PSOE jiennense. A Madina le asignan al voluntarioso líder de Marmolejo, Manuel Lozano, en clara desventaja en rostros y arropes. No hay más que comparar las dos fotos. En la tercera, la de la izquierda irredenta, inocua, invisible, el bueno de Juan Martínez Pancorbo y algún que otro conspicuo veterano, asiduo a las rebeliones controladas, como Rafael de la Cruz o José Ángel Cifuentes.


A pocos metros, en el foro ‘Jaén Debate’, otro ilustre jiennense, el ex magistrado Baltasar Garzón, acompañado de su inseparable Marcos Gutiérrez –quien encabezaba Izquierda Socialista cuando Zarrías, allá por los 90, limpiaba de guerrismo el PSOE provincial-, dos compadres de Torres, dos hijos de Sierra Mágina, anunciaba su vuelta al ruedo político de la mano de la asociación –compartida con Federico Mayor Zaragoza- ‘Convocatoria Cívica’, dispuesta a aglutinar la heterodoxia progresista en un proyecto viable de gobierno de España.


La juez Alaya implica en el fraude de los EREs, del que Juan Lanzas –de Albanchez de Mágina- es lo más cercano a Dios, al ex concejal y ex diputado provincial del PP de La Carolina Ramón Polo. 31.000 euros, en  seis meses de presencia fantasmagórica en Gres Vilches. El ex ugetista Manuel Morales, asimismo, sin vela legal en ese entierro, se coló de intruso. La Cámara de Comercio solo logra una candidatura in extremis de 23 de los 25 vocales elegibles, merced a la contumacia de otro nativo de Torres, Manuel Barrionuevo -otrora leal a Martínez Villén y Miranda-, seguramente el tipo que mejor conozca en esta tierra, desde sus orígenes, empezando por la casa común que es Sierra Mágina, al conseguidor Lanzas. No lo tendrá fácil Barrionuevo. Pero, como en tantos empeños personales y empresariales, no tiene nada que perder. Avanti.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN