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Más diabetes, más infartos

La diabetes favorece la insuficiencia cardiaca y empeora su pronóstico, por lo que los médicos optan por abordar las enfermedades de forma conjunta

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  • Dolencia cardíaca -

La diabetes favorece la insuficiencia cardiaca y empeora su pronóstico, según han destacado especialistas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) que participan en una sesión científica que esta semana se celebra en Sevilla.

Estos expertos han advertido de que la insuficiencia cardiaca supone ya “una epidemia” que genera numerosos ingresos hospitalarios y cargas asistenciales, a la vez que empeora la calidad de vida y aumenta la mortalidad de quienes la padecen, según ha destacado un comunicado de la SEMI.

Alrededor de la mitad de los pacientes con insuficiencia cardiaca son diabéticos, patología que, además, condiciona un peor pronóstico y puede modificar las pautas terapéuticas de estos enfermos.

Por ello, los médicos deben abordar estas enfermedades de forma conjunta, según el doctor Francesc Formiga, coordinador del Grupo de Insuficiencia Cardiaca de la SEMI y asistente a la XV Reunión de Insuficiencia Cardíaca y Fibrilación Auricular de esta sociedad y de la primera Reunión Ibérica de Insuficiencia Cardiaca y Fibrilación Auricular que se celebra en Sevilla con asistencia de unos doscientos especialistas.

La insuficiencia cardíaca se considera uno de los problemas sociosanitarios más relevantes pues la población alcanza una esperanza de vida cada vez mayor y el 75 por ciento de los ingresos hospitalarios y el 88 por ciento de las muertes atribuibles a la insuficiencia cardiaca se producen en mayores de 65 años.

Además, casi un 40 por ciento de pacientes con insuficiencia cardiaca soportan más de cinco enfermedades crónicas por lo que se recomienda su seguimiento en unidades funcionales que permitan una vigilancia estrecha y continuada. “El papel del internista es primordial en este proceso, constituyendo la forma más idónea de cuidados de esta población”, según el doctor Formiga.

Alerta pediátrica

Por otro lado, el 90% de los casos de diabetes que se detectan en España en edad pediátrica son del tipo 1, pero en los próximos años se prevé que la creciente obesidad infantil provoque un aumento “importante” de la diabetes tipo 2 en estas edades, pese a tratarse de una enfermedad “típica de los adultos e incluso de la tercera edad”.

Así lo ha reconocido el presidente de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica (SEEP), Luis Castaño, apuntando que “antes prácticamente no la veíamos, pero con el aumento de la obesidad infantil ya estamos viendo algunas intolerancias, pequeñas alteraciones previas que, si no corregimos, provocará un aumento de caso de diabetes tipo 2 en niños y adolescentes como ya ha sucedido en Estados Unidos”, ha explicado.

En este país se estima que la diabetes tipo 2 afecta ya al 45% de la población infantil aunque puede que haya factores étnicos que también influyan en la incidencia de la enfermedad, ha añadido la doctora Beatriz García Escudero. El tratamiento se centra en la prevención, para “evitar que la obesidad vaya a más y haya complicaciones, sobre todo un aumento del riesgo cardiovascular”, fomentando una alimentación equilibrada, la práctica de ejercicio y la administración de antidiabéticos orales “como se hace en el adulto”.

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