Holmes vs Rajoy

José Luis Garci ha ideado en la película ‘Holmes&Watson. Madrid days’, recién estrenada, un Sherlock Holmes que efectivamente se parece mucho en los movimientos y sobretodo en la dicción a Mariano Rajoy. Al margen de esa extraña circunstancia, que no se sabe si es voluntaria o casual, la película resulta algo apolillada pero interesante. 
     Uno de los principales logros de este trabajo consiste en haber construido un Holmes desprovisto de misoginismo. El detective, interpretado por el actor escocés Gary Piquer, vive en la película una historia de amor apasionada y dolorosa pero sublime con una famosa artista española que encarna una gran Belén López. “Siempre temes al amanecer cuando pasamos la noche juntos”, le dice ella. Y Holmes, el extraordinario e inmortal personaje creado por Arthur Conan Doyle, no volverá a interpretar el violín en solitario en su casa londinense a partir de su viaje al Madrid decimonónico ideado por José Luis Garci, porque una mujer lo acompañará siempre desde un sillón de la habitación o desde la distancia.
     Esta es una de las principales aportaciones de la película: la relación de amistad/admiración de Holmes y Watson hacia las mujeres. La otra es el dolor de España, llamémoslo así, que destila esta cinta, como ocurre en la mayoría de las películas de José Luis Garci, desde la remota ‘Asignatura pendiente’, en la que este cineasta reflejó como nadie las realidades cotidianas de la Transición. Pero ese dolor aparece también, por ejemplo, en ‘Tiovivo’, una película coral que, muy al estilo de ‘La colmena’, mostró la angustia y la mediocridad con fondo oscuro de la España de la posguerra. O en la excepcional ‘Ninette’, que tiene como fondo la nostalgia de España en el exilio parisino de unos personajes que disfrazan ese sentimiento en una engañosa pasión alegre por los Campos Elíseos. La Ninette de Miguel Mihura siempre tendrá la hermosura de Elsa Pataky desde la película de Garci.
     Holmes viaja a Madrid para resolver una cadena de crímenes de mujeres que le recuerdan a Jack, el destripador, pero se topa con una encrucijada mucho más turbia y compleja de lo que en principio supuso. En España halla el flamenco, alegría, fiestas, pero también oscurantismo y corrupción. Circunstancias, estas últimas, que no sólo emergen de este país, sino que llegan del exterior. Lo dice un personaje que representa a un ministro: “La orden viene de muy arriba y de muy afuera”. Tal como somos.
     Y ahí está ese Holmes con su raro parecido a Rajoy. Es lo de menos. Jorge Luis Borges vino a decir que siempre es bueno pensar en Sherlock Holmes, al menos una vez al día. n