Acaba de finalizar el europeo sub 19, y como no podía ser de otra forma, España ha conseguido ser campeón. Los nombres del torneo para la prensa nacional serán Jese Rodriguez ( Real Madrid ) y Deulofeu ( Barcelona ), pero para mí, el hombre del torneo es Oliver Torres, mediocentro del Atlético de Madrid.
El canterano rojiblanco ha realizado un torneo espectacular, dando un autentico recital en la final frente a Grecia. La temporada pasada estuvo a las ordenes de Oscar Mena, siendo una de las apuestas de fútbol del juvenil división de honor del Atlético de Madrid, proclamándose campeones de liga por delante de Rayo Vallecano y Real Madrid y siendo semifinalista de la Copa del Rey y de la Copa de Campeones.
Oliver es un futbolista de apariencia frágil, teniendo siempre el centro de gravedad muy bajo, con un dominio de la pelota que solo los elegidos poseen. Lo tiene todo: visión de juego, habilidad y ritmo son las mejores características del canterano rojiblanco. Oliver Torres tiene alma de artista, de ese selecto grupo en dónde encontramos a jugadores como Xavi Hernandez, Andrea Pirlo o el propio Andrés Iniesta, salvando las distancias, evidentemente.
Puede resultar arriesgado hablar así de un futbolista en proyecto, y es que hablamos del mediocentro como si llevase toda la vida jugando al fútbol, pero nada más lejos de la realidad. Sus 17 años le delatan. Delatan un presente espectacular y un futuro esperanzador que puede desembocar en la transformación de este juvenil en una de las mejores apuestas del fútbol español si los responsables de administrar dicho futuro son inteligentes y piensan en lo que es mejor para el chaval y no para ellos.
Esta temporada esta previsto que juegue con el filial colchonero, a las órdenes de Alfredo Santaelena, pero seguro que entrenando diariamente con el primer equipo madrileño. El cholo debe darle su sitio, y rodearle de buenos futbolistas para que se vaya curtiendo poco a poco.
Por el bien atlético, esperemos que un club con mucho dinero y se lo lleve por delante, para eso los dirigentes rojiblancos tendrán que hilar muy fino, para que su nueva perla no se vaya del club que le ha dado lo que es a día de hoy, y no se repitan los casos de Fernando Torres, David de Gea o el propio Álvaro Domínguez.
