La consolación del Trofeo Carranza se tuvo que dirimir desde el punto de penalti, ya que ni Udinese Calcio ni Sporting de Portugal fueron capaces de llegar al final de los 90 minutos vencedores del encuentro. El empate a dos llevó a italianos y portugueses a jugarse el tercer puesto desde el punto de penalti. Se tuvieron que lanzar hasta 11 tandas para dilucidar el vencedor.

El Udinese demostró en los primeros compases del encuentro que el partido de consolación no se lo iba a tomar a broma y salió mucho más enchufado que su rival el Sporting de Portugal en los primeros minutos. Los italianos avisaban a los pocos minutos con una oportunidad clara que desaprovechó Badu al tras profundizar en el área y ceder el esférico a su compañero Giampiero, que entraba desde atrás, cuando la situación del centrocampista italiano era mucho más favorable que la del mediapunta.

Pero antes de que se llegara al cuarto de hora de partido el Udinese vería recompensado su dominio inicial ante los portugueses con un gol de Abdi.

Jefren, que ayer fue titular, era el único del Sporting de Portugal que atesoraba a los portugueses de un poco de calidad y de peligro. Aunque quizás le hubiese venido mejor al ex barcelonista tener a su lado a Diego Capel, que veía el partido por el tercer y cuarto puesto desde el banquillo.

El empuje de Jefren comenzó a contagiar un poco a su equipo, aprovechando esos instantes de partido para gozar de sus dos mejores ocasiones, primero con un disparo de Atila Turán que despejó el meta del Udinese Calcio, Handanovic, y luego con un disparo lejano de Djalo que se fue desviado.

Antes del pitido final de la primera parte el Sporting de Portugal pudo haberse marchado con el empate a uno si Jefren llega acertar la buena asistencia de Djalo tras una jugada individual.

Con la misma intención que salió el Sporting de Portugal ante el Málaga, salieron los portugueses ante el Udinese. En esta ocasión fueron cinco cambios los realizados, que le dieron desde el inicio de la segunda parte más frescura, fruto de ello a los tres minutos los Leones establecieron el empate a uno en el marcador por mediación de Diego Rubio.

El Udinese avisaba luego con un tiro bastante peligroso de Mauricio que se fue por encima del larguero, mientras que conforme avanzaba el segundo periodo el Sporting de Portugal iba perdiendo fuerzas.

Una falta de Rinaudo a falta de pocos minutos para el final, cerca del borde del área, que le costó la primera tarjeta amarilla del partido al portugués, propició el segundo gol del Udinese. El lanzamiento lo ejecutó Pasquale y fue rematado por Floro Flores (1-2).

Cuando todo parecía que el partido se lo iba llevar el Sporting, un absurdo penalti de Larangeira fue transformado por Diego Rubio en el empate a dos y que propició que ambos equipos llegaran a la tanda de penaltis.