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Desde mi azotea

El otro Camiño de Santiago

Me parece un abuso porque el menú del peregrino siempre ha existido y ha sido respetado, barato y en abundancia

Publicado: 13/06/2024 ·
11:20
· Actualizado: 13/06/2024 · 11:20
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Autor

José Antonio Jiménez Rincón

Persona preocupada por la sociedad y sus problemas. Comprometido con la Ley y el orden

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El 31 de mayo pasado, publiqué en San Fernando Información mi experiencia en mi noveno Camiño de Santiago; esta vez desde Santiago de Compostela a Fisterra y Muxía, 118 kilómetros. Decía entonces, que todo peregrino que hubiera realizado cualquiera de los Caminos existentes que terminan en Santiago de Compostela, al menos una vez en la vida, debía hacer también este para llegar a Fisterra, al fin del mundo, que decían los romanos.

Porqué titulo este artículo como ¿El otro Camino de Santiago? No, no es que existan dos caminos ni dos Santiagos. El Camino es único aunque las etapas pueden partir desde diferentes partes de nuestra geografía o de otros países. Lo titulo así porque después de haber recorrido tantos y tantos caminos, de haber conocido a tanta y tanta gente y pernoctado en innumerables hostales y comido en otros muchos restaurantes, he observado que al peregrino hoy, no se le trata bien. Y no es solo cuestión de comidas o de dormir.

Hoy muchos negocios se mueven alrededor del peregrino de forma abusante y no te atienden como debían hacerlo. Pondré algunos ejemplos. Antes -de un año para atrás-, en todo camino, te encontrabas casas, aldeas o restaurantes para comer un menú por 12 o 15 euros, con primer, segundo plato, pan postre y bebida con abundante comida. Podías decir tranquilamente que el esfuerzo de tus caminatas por esos senderos de Dios estaban recompensadas. Se necesitaba esta comida porque el desgaste es mucho. Y además, el gasto de los 12 o 15 euros (precio medio) estaba bastante bien, teniendo en cuenta que por la mañana tienes que desayunar y por la noche cenar. No todo peregrino tiene un poder adquisitivo alto. En este Camino realizado, he comprobado, primero, que ya no sirven menús, sino platos a la carta en el 80 por ciento de los restaurantes. Y donde te lo ponen te cobran una media de 20 euros, pero debajo del cartel que anuncia los platos te ponen “no entra bebida, ni pan ni postre”. ¡¡Toma ya!!

Si pides menú de 20 euros, aparte deberás pagar por una cerveza o refresco 3,50, una cesta de pan 4 euros, postre 4 euros o si lo cambias por un café 1,80 euros. Sumas y te sale el menú más de 30 euros. Y no repitas bebidas -que es lo normal- o pan que también es necesario, porque te puedes ir a 40 euros. Me parece un abuso porque el menú del peregrino siempre ha existido y ha sido respetado, barato y en abundancia (comida normal).

Otra cuestión es querer comprar recuerdos. No se os ocurra comprar nada del camino en los centros de las ciudades o pueblos, te la clavan. Cualquier pegatina, azulejo, detalle para pegar en el frigorífico o las miles y miles de cosas que hay, cuestan ya un pastizal.

Y hablemos ahora de los alojamientos que es otra pata del Camino. Yo he viajado por muchos los caminos con dos compañeros y nos quedábamos en hoteles pequeños o casas para dormir en una habitación triple por un coste ente 45 y 60 euros ¡¡con desayuno incluido!!. Hoy las mismas habitaciones están entre los 75 y los 100 euros si desayuno ni nada. Es más, búscate la vida cuando te levantes.

Luego están las trampas que hacen algunos comerciantes y listos que desvían las flechas del camino a su gusto para que pases por sus dominios y dejarte delgados los bolsillos. Hemos detectado alguno de estos cambios. E incluso en la etapa Negreíra a Olveiroa de 33 kilómetros, te hacen subir un monte pelado sin vegetación al solazo, empinado, con una media de un 10-15 por ciento de subida durante 5 kilómetros para romper piernas y la moral a más de uno. El original bordeaba la montaña y era mas liviano, pero a alguien se le ocurrió que por esta parte de vegetación perdida no había donde comer, beber, ni gastar dinero y, ¿solución? Cambiamos el itinerario y hacemos subir a estos pobres esta cuesta para que con el calor y el cansancio la cerveza, agua y refrescos vuelen.

No se si realmente todo lo que digo solo sea en este camino de Santiago a Fisterra y  Muxía. Si es así, es un camino para ricos. Desconozco si los otros caminos están iguales, pero me temo que los aumentos de costes en todos los artículos de la vida y la especulación, han hecho que se sufran unas subidas de precios exorbitantes y algunos se están forrando.

Hoy, un Camino corto de 7 días -no digamos de los largos de 12 o más días-, tienes de coste: un día de ida en avión Sevilla-Santiago, desplazamiento desde esta ciudad a la que vayas a partir, bien en en taxi o bus, andar los 5 días y volver con el avión a Sevilla, con alojamiento, traslados, comidas, desayunos, cervecitas, detalles, y lo que cuelga, puede estar ya entre 800 y 1.000 euros por persona. Todo un negocio. Hace uno o dos años estos gastos estaban en unos 500-600 euros.

He conocido peregrinos que vienen de todos los países del mundo, Rusia, Australia, Yemen, China, Japón, Inglaterra, Alemania, México, franceses, y otras muchas nacionalidades a los que se le saca el dinero cada día. Gracias a que muchos van con la casa a cuesta a albergues, que ya les cuestan una cama litera tipo cuartel entre 15 y 20 euros todos amontonados con servicios comunes. Algunos se lavan la ropa, comen de bocadillos, y andan por esos mundos con la ilusión de hacer el camino. Una ilusión que la Xunta de Galicia no les dedica el tiempo que debe hacerlo. Y aunque vuelven, porque esto les gusta mucho, creo que se esta comenzando a matar a la gallina de los huevos de oro.

Se salvan porque son miles y miles los que vienen. Y siempre hay quien cae en las redes de los especuladores. También he encontrado a mucha gente muy honrada que te hablan claro y te ayudan en todo. Y si sales de los centros de las aldeas y pueblos y avanzas unos kilómetros más, puedes comer mejor y dormir bien por menos precio. Fisterra y Muxía, sobre todo la primera ciudad, están imposible. Se creen que son algo y solo son pueblos marineros de 8.000 a10.000 habitantes que viven de la pesca y de los peregrinos. Este es el otro Camino que quería que ustedes conocieran. Y se me quedan más cosas en el tintero. Aún así, repetiría, porque Santiago tira mucho. Y un consejo. Calculen bien los precios de vuestro camino para no llevaros sorpresas. Aunque las habrá seguro.

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