Después de convertirse en niña prodigio del franquismo y ser utilizada en una operación de imagen del régimen, Pepa Flores protagonizó un desnudo que fue interpretado como la definitiva llegada de la democracia y más tarde optó por un retiro absoluto, como muestra un documental sobre su figura.
"Su retirada la coloca en el lugar de un mito viviente, pero no hemos querido señalar un motivo concreto, sino construir la leyenda nacional que ha sido su vida y su trayectoria artística y que cada espectador elucubre sobre las razones que le llevaron a retirarse", afirma en una entrevista con EFE Blanca Torres, directora de 'Marisol, llámame Pepa'.
Desde que hace dos años arrancó el proyecto del documental que se estrena este domingo en el Festival de Málaga, entendieron que Pepa no iba a participar y no lo "forzaron", pero sí buscaron "un canal de comunicación constante con la familia, para que supiera lo que se estaba haciendo".
"Su marido, Massimo Stecchini, que falleció hace unos meses, fue para nosotros como parte del equipo, y entendimos muchas cosas a través de su mirada y de su amor por ella", apunta Torres, que resalta además la presencia en el documental de Vicky Flores, que "no es solo su hermana, sino también su mejor amiga".
Una infancia arrebatada
Para la directora, una de las "búsquedas" de Pepa "es recuperar su infancia, y volver a Málaga es una forma de volver a esa infancia que le fue arrebatada y que se truncó en el momento en el que se fue a Madrid".
"En el documental mostramos una situación de desprotección y de explotación, y un entorno no adecuado para una niña, algo que también ha marcado una identidad de clase tan fuerte en ella".
La imagen de Pepa Flores, ya utilizada por el franquismo, vuelve a convertirse en un símbolo cuando llega la democracia con el desnudo en la revista 'Interviú'.
"Es un producto que puede vender las ideas del franquismo y, cuando llega la democracia, se convierte otra vez en un icono. Hubo una especie de shock al ver a la niña prodigio del franquismo liderando una nueva apertura sexual tras la represión de la dictadura, y pareció una traición terrible".
Pero no solo en el franquismo, sino incluso en la etapa de su matrimonio con Antonio Gades, Pepa sufrió el machismo, porque "entre las conquistas de 1975 no estaba el feminismo, cuya lucha empezó más tarde que la de la democracia", y seguía existiendo "un cuestionamiento de la mujer que tenía ideas políticas propias y no las de su marido".
Documental sin precedentes
Por su parte, el productor de la cinta, Chema de la Peña, resalta a EFE que "hasta ahora no se había hecho nada sobre ella de forma seria y profunda, revisando los archivos de imágenes a nivel mundial".
"Era un reto porque no había precedentes, y por estar a la altura del mito y del personaje, y el objetivo ha sido levantar una visión global de ese personaje que sea una referencia a partir de ahora", añade De la Peña.
Para el productor, en Pepa "hay un hartazgo de hacer desde los 10 años un personaje que no era ella" y ello le llevó a decidir "recuperar su propia identidad a costa de recuperar su libertad".
"Hay una frase suya en la que decía que, cuando todos los niños se le acercaban a pedirle autógrafos, su mayor deseo era ser uno de ellos: volver a casa del cole, que su madre le preparara la merienda y salir a jugar al patio".
Este documental, que se estrenará a finales de mayo en salas de toda España y después será emitido por Canal Sur y TVE, ya ha sido mostrado a Vicky Flores y a María Esteve -hija de la artista-, que han tenido una reacción "favorable".
"No sabemos si Pepa querrá verlo, porque está de duelo por la muerte de Massimo", agrega el productor.
Como precisa De la Peña, fue en la parte final de su trayectoria artística, "cuando decidió tomar las riendas de su propia vida", el momento en que Pepa Flores hizo sus mejores actuaciones. "Hemos perdido una gran actriz, pero ella ha ganado su libertad".