La finca presenta un absoluto abandono con una zona acotada y aparcamientos abiertos
Parte de la finca vallada, viales abiertos para ser usados por los conductores como aparcamientos más o menos improvisados y restos de la poda de los árboles arrancados hace algo más de un año sobre el suelo y que ahora son aprovechados por las familias para calentar sus hogares es la imagen que ofrece el solar de Bahía Blanca, uno de los mejores bosques conservados de la Costa Oeste hasta que las máquinas iniciaron lo que iba a ser una nueva urbanización de cien viviendas con un hotel de hasta cuatro estrellas. El primero de la zona. El proyecto urbanístico de Bahía Blanca sigue sin llevarse a cabo después de seis años de tramitación y poco más de uno desde que comenzaron los trabajos de urbanización, y la imagen que ahora ofrecen los 68.000 metros cuadrados que se extienden sobre un acantilado con magníficas vistas a la Bahía es de absoluto abandono. Las empresas promotoras -Arcai Inmuebles, Inversiones Montecarmelo y MUG, Urbanismo y Gestión- sólo pudieron ejecutar dos viales de acceso, el primero que linda con la casa de ejercicios espirituales de La Inmaculada y que ahora sirve de aparcamiento para quienes se atreven a acercarse hasta la zona, al haber desaparecido la valla que delimitaba los terrenos en obras, y la rotonda que linda con el Manantial. También es visible la acometida del sistema de saneamiento llevada a cabo por Apemsa. Por lo demás, la existencia de tubos de plástico y otros de canalización son visibles en las inmediaciones, pero ni una máquina se encuentra en las cercanías. El único ruido que ayer podía escucharse en la zona era una sierra utilizada por una familia que aprovechaba el abandono del lugar para recoger trozos de leña con el que calentar su hogar. Y no eran los únicos que hasta allí acudían con el mismo fin. Permanece vallada la zona donde estaba prevista la construcción del hotel y donde se hallan los restos arqueológicos de una fábrica de salazones, y aunque se pueden observar los tacos de los pinos talados, las lluvias caídas en los últimos meses ha propiciado que la vegetación crezca de nuevo, de forma irregular y aunque nada volverá a ser lo mismo en el bosque, se hace patente la belleza que en su día tuvo este enclave. Fue precisamente la tala indiscriminada de los árboles -Ecologistas en Acción contabilizó la pérdida de unos 500 árboles y arbustos- la que provocó que la Delegación provincial de Medio Ambiente iniciase la apertura de un procedimiento sancionador por valor de 60.000 euros contra las sociedades promotoras, ya que se había causado un gran deterioro al hábitat del camaleón. Otro contratiempo con el que se encontraron las impulsoras de este proyecto fue la denuncia que Ecologistas en Acción llevó ante la Fiscalía de Medio Ambiente de la Audiencia Provincial, dirigida contra las empresas promotoras, los responsables municipales que dieron licencia y autorizaron la “destrucción” del bosque y contra la Consejería de Medio Ambiente por “no evitarlo”. Fue en noviembre de 2007. Desde entonces, Bahía Blanca sigue sin desarrollarse.