Familiares directos de los desaparecidos se dieron cita en la mañana del 1 de noviembre para presenciar el descubrimiento de un muro de granito en el que se han inscrito los primeros nombres a los que la Ley de la Memoria Histórica ha querido hacer justicia.
El alcalde de Gibraleón, Juan Serrato, acompañado de todo su equipo de Gobierno, descubrió este monolito y recordó que aunque llevan un año recabando información sobre los desaparecidos, aún quedan muchos nombres por escribir, por lo que advirtió a los olontenses que aún están a tiempo de dar ese nombre y será inscrito en este monolito, levantado en su memoria.
Era una mañana fría, quizás de las más frías de este otoño, sin embargo, nadie quiso faltar a este homenaje a los suyos. “Por fin tenemos un lugar en el que recordarlos y donde venir a visitarlos”, afirmaron los familiares directos.
Morón, un olontense amante de la poesía leyó un poema de Miguel Hernández, víctima también de la represión franquista tras la guera Civil española al morir en una cárcel como preso político.
Todo el equipo de Gobierno estuvo presente en este importante acto, fruto de la Ley de la Memoria Histórica.
Este proyecto del Ayuntamiento de Gibraleón fue aprobado por la Junta de Andalucía en 2008. La iniciativa consiste en otorgar un reconocimiento a todas las personas que murieron víctimas de la represión de la Guerra Civil, según declaró el alcalde.
La subvención recibida se ha destinado a la creación de este monolito en el que se han detallado los nombres de las personas que a consecuencia de la represión de la Guerra Civil, se encuentran enterradas anónimamente en la fosa común existente en el cementerio de Gibraleón.
Un multitudinario público acudió al Cementerio de Gibraleón para rendir un sentido homenaje.
Y en segundo lugar, se está realizando un documental que versará sobre los caídos en la Guerra Civil, en el que los familiares relatan sus testimonios de lo vivido.
La presentación de este proyecto por parte del ayuntamiento de Gibraleón fue aprobado en sesión plenaria el pasado mes de noviembre de 2008, donde se declaró injustos los acuerdos del ayuntamiento durante la Guerra Civil y la dictadura por los que se sancionaba a vecinos de Gibraleón por motivos políticos, ideológicos o religiosos y por defender la legalidad de la institucional anterior, pretender el establecimiento de un régimen democrático en España o intentar vivir conforme a opciones amparadas hoy por la Constitución.
