El Ateneo de Jerez entiende que en los suelos del entorno no se han practicado nuevas catas “porque ahora lo que le interesa a la inmobiliaria es adecentar la zona” para facilitar la venta de las viviendas construidas.
El colectivo considera que el Ayuntamiento estaría incumpliendo así la Ley de Patrimonio Andaluz, que obliga a realizar catas arqueológicas en este tipo de actuaciones urbanísticas, acusando por tanto al delegado municipal de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, de “saltarse” dicha legislación.
Lo que ahora se pregunta el Ateneo de Jerez es si también actuarán de este modo los arqueólogos municipales o la delegada de Cultura y Fiestas, Dolores Barroso. “Todos ellos saben muy bien la barbarie que se hizo en esta zona y que en el terreno adjunto a la ermita y la fuente hay restos”, advierte la entidad cultural, que considera que todos estos restos “bien restaurados, formarían un jardín interpretativo de la historia, un ya pequeñísimo jardín pero precioso para que los niños puedan comprender su historia”.
El Ateneo de Jerez recuerda que tanto el Defensor del Pueblo andaluz como Europa Nostra “condenaron” la destrucción de este bien patrimonial, lamentando que entonces el Ayuntamiento “mirara para otro lado” y sus representantes políticos asumieran unos compromisos que no se han cumplido.
El delegado de Urbanismo, Juan Pedro Crisol, ha considerado “cuanto menos sospechoso que los responsables del Ateneo de Jerez se quejen ahora del proyecto arquitectónico que se está edificando en el entorno de Ermita de Guía” ya que, según advierte el delegado municipal “consintieron a ello cuando fue aprobado, bajo la competencia de otro signo político”.
En este sentido, Juan Pedro Crisol lamenta que “los miembros del Ateneo silenciaran su opinión cuando pudieron hacerlo”, ya que la licencia de obra para la construcción de los bloques de pisos que se están levantando en las proximidades del templo jerezano fue concedida en la etapa anterior a la gestión socialista”.
Asimismo, el delegado de Urbanismo comenta que “ante la imposibilidad de revocar dicha licencia, pues hubiera supuesto un abono millonario a la empresa constructora, el consistorio, optó por minimizar el impacto en la zona, con nociones técnicas que mejorasen el conjunto arquitectónico”.
Por último, Juan Pedro Crisol recuerda “que se han llevado a cabo los estudios arqueológicos pertinentes para la construcción del edificio, al tiempo que se ha realizado el seguimiento por parte de técnicos municipales de los trabajos de urbanización y ajardinamiento”.
