José Manuel Romo es, desde ayer, profeta en su tierra
El pregonero salió a hombros del Gran Teatro Falla
Llegó el gran día para el cofrade José Manuel Romo Madera. Un marco privilegiado, como es el Gran Teatro Falla, fue el encargado dotar de un clima único el texto brotado del corazón de este gaditano, conocedor y enamorado de las hermandades de Cádiz.
El día empezó muy temprano para él. A las 11.00 horas estuvo presente en una oración que sus hermanos de la Archicofradía del Pilar le habían preparado delante de los Titulares, Nuestro Padre Jesús de las Penas y María Santísima de la Caridad. Fue un momento muy emotivo, que sólo se había repetido en esta cofradía en una ocasión anterior, cuando Miguel Ángel Novo Pérez, actual hermano mayor de las Penas, pronunció el pregón de la Semana Santa gaditana.
De esta manera, Romo recibió la fuerza espiritual que la hacía falta para que su garganta no flaqueara en este momento tan especial de su trayectoria cofrade. José Manuel se sintió en todo momento apoyado por sus hermanos de las Penas que lo acompañaron desde San Lorenzo en el duro camino de nervios hasta el Falla.
El encargado de anunciar la Semana Santa de Cádiz 2010 es una persona muy querida por los gaditanos, y muestra de ello es que el Teatro se llenó más que en los últimos años. Había muchas expectativas con este pregón, y es que Romo tiene más de 30 anunciaones a su espalda.
Previos
El acontecimiento comenzó con 10 minutos de retraso, para dar tiempo al público a acomodarse en sus localidades.
El periodista de Canal Sur, Juan Manzorro Burguillos, presentó el acto, haciendo hincapié en el centenario del Falla y la labor realizada durante todo el año por las hermandades y cofradías y por el Consejo Local.
Manzorro tuvo un recuerdo especial para las cofradías que este año están de celebración. Es el caso de la Hermandad del Caído, que cumple 50 años desde su refundación; Perdón, que cumple las bodas de diamante, y Columna que festeja el 350 aniversario de su fundación y de la hechura del Señor Atado a la Columna.
También hubo un recuerdo especial para el obispo de la Diócesis de Cádiz, Antonio Ceballos Atienza, que este año cumplirá 75 años y por tanto, tiene que poner su cargo a disposición del Papa. Puede ser su última Semana Santa como Prelado y el público se puso en pie para agradecerle el trabajo realizado durante los últimos 16 años.
Inmediatamente después, la Banda de la Fundación Alcalde Zoila Ruiz Mateos interpretó el Himno de Andalucía, que abrió oficialmente el acto cofradiero.
A continuación, los asistentes hicieron un receso para rezar el Ángelus, a las doce en punto de la mañana. La encargada de pronunciar la oración fue María José Novo, miembro del Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Cádiz.
Tras el rezo del Ángelus, la banda intrepretó las marchas escogidas por el pregonero de la Semana Santa 2010, Ecce Homo, de Eduardo Escobar, Cádiz Cofrade, de Abel Moreno y La Caridad de tus Penas de Juan Antonio Verdía. Estaba previsto que en lugar de Cádiz Cofrade se interpretara la marcha Lágrimas, del maestro José Cubiles, elegida para la ocasión por José Manuel Romo, en homenaje a la Cofradía de Columna y por cumplirse 50 años desde la composición de la misma. Al parecer la banda tuvo problemas para montarla a tiempo.
La música volvió a ser el único aspecto negativo. Y no por las marchas, sino por la calidad de la misma. Faltó pellizco en la intrepretación y fuerza. En definitiva, el Ayuntamiento de Cádiz debe tomar nota de una vez y darse cuenta de que Cádiz se merece más para un acto de estas características.
Acto seguido, el telón del Falla se abrió para dejar ver un escenario sobrio y muy elegane. El exorno floral fue obra del florista gaditano y hermano de la cofradía del Perdón, Jesús Garrido, quien además se encarga de surtir de flores a nueve hermandades de la capital.
Un escenario muy mariano, con los mantos de María Santísima de la Caridad y la Virgen del Patrocinio, sujetados por dos angelitos y rematdo por la Cruz de Guía de la Hermandad del Nazareno. A la derecha, el atril del pregonero, adornado conun centro de rosas rojas a los pies
Francisca Durán tomó la palabra para dar el testigo a José Manuel Romo. Se disculpó por atreverse a ocupar un puesto que le viene por tradición “y que cualquier amigo tuyo de toda la vida estaría dispuesto a ocupar”.
Durán hizo un recorrido por la trayectoria personal y cofrade de su sucesor, haciendo hincapié en su trabajo en los medios de comunicación a lo largo de toda su vida.
La jerezana animó al pregonero y le anticipó que su pregón será uno de los mejores regalos de esta Cuaresma. “Es hora de abrir los oídos del corazón para que el pregonero nos lleve en su barca a recorrer lo que se avecina”.
Pregón
El momento álgido del pregón llegó a las 12.41 minutos. José Manuel Romo salía de entre bastidores, vestido de chaqué para saludar a su antecesora y al auditorio. Nada más enfrentarse al público, ya lo tenía en el bolsillo. La gente lo quiere y no por novelería, sino porque por fin llega un pregonero cofrade, gaditano, y de los de siempre.
Los primeros versos de su pregón estuvieron dedicados al Regidor Perpetuo y a la Virgen, nombrando a varias advocaciones marianas.
En primer lugar, Romo hizo una cronología de su vida cofrade, acordándose de los que engrandecieron su sentimiento por la Semana Santa de Cádiz desde la niñez. Tuvo palabras para sus hijos, y para su mujer y brindó su texto a las Concepcionistas de Santa María, recluidas desde hace meses en el convento de la calle Feduchy “por su amor que dieron desde Santa María, soportando mil tormentos, de tanta gente que no tenía qué llevarse a la boca”.
El pregonero tuvo palabras para el centenario del Falla y para Francisco Moscoso, el amigo que le dio a conocer su nombramiento. El anunciador dedicó su primer aplauso a todos los que han exaltado la Semana Santa de Cádiz, desde que en 1944 lo hiciera por primera vez José María Pemán: “Qué orgullo venir con la humildad de no ser nada, y llenar hoy el Falla con mi poesía”.
Tal y como avanzó en sus múltiples entrevistas, José Manuel Romo dedicó parte de su texto a las efemérides de este año y a la primera salida de Nuestro Padre Jesús del Amor Despojado de sus Vestiduras, y la inminente llegada de María Santísima de la Concepción.
Tal y como prometió, el pregonero no se olvidó de ninguna cofradía. No las nombró de manera ordenada, lo hizo según le fue dictando el corazón.
El momento de más emoción llegó cuando le tocó el turno de hablar de su queridísimo Cristo de las Penas. José Manuel no pudo contener las lágrimas y tuvo que parar para tranquilizarse, tomar aire y volver a retomar la lectura del texto.
A continuación, dedicó unos versos al Regidor Perpetuo que fueron rematados por una preciosa saeta en la voz de Carmen de la Jara.
Crítica
La visión periodística del pregonero no pasó de largo. José Manuel hizo alusión a la retirada de los crucificos en las escuelas públicas, mientras se mantienen costumbres que sirven para la diversión y que tienen su origen en el cristianismo. Pero mientras esto ocurre, en Cádiz nace una cofradía en Salesianos y Las Aguas se traslada a la Iglesia anexa de San Felipe Neri, “porque Dios no quiere apartarse de los niños”. “Tu eres un Dios compasivo, y aunque te quieran borrar no faltes nunca a la clase”. “Yo desde el atril del Falla, ante tanto desagravio cubro tu cuerpo de besos”. “Te bajan de la pared y yo te subo a un paso, porque tu eres nuestra fe y nuestra razón de ser, la luz del amanecer”.
El exaltador de la Semana Santa hizo hincapié en este año dedicado al Sacerdocio y recordó a la curia que es necesario caminar de la mano, sacerdotes y cofrades. Envió un cariñoso abraso a todos los directores espirituales de las cofradías “mi respeto que centro en Monseñor Don Antonio Ceballos Atienza, que con su dulcura y amor ha sido, es y será, ejemplo de verdadero sacerdocio al servicio de los fieles y de la Iglesia”.
El pregonero hizo alusión a los debates que hay sobre la Madrugada. Aseguró que esa noche “nunca se perderá, porque va más allá de la presencia de las cofradías en nuestras calles” y agobó por su mantenimiento.
José Manuel se acordó también del cambio de Santo Entierro al Sábado Santo y de la labor que hacen las hermandades para dar solución a los problemas de los necesitados durante todo el año y no sólo cuando huele a cera.
El vocero aprovechó su privilegio y la presencia de Antonio Ceballos Atienza para pedir la coronación de la Virgen de las Penas de la Archicofradía de la Palma, y de Dolores de Servita, antes de que el Prelado deje de estar al frente de la Diócesis.
En definitiva un pregón cargado de sentimientos, de sabiduría, de gaditanismo y de amor. La Virgen de la Caridad le dio fuerza y lo bordó. Enhorabuena al pregonero, porque hará historia e igual ayer consiguió alguna coronación o alguna procesión extraordinaria.
El día empezó muy temprano para él. A las 11.00 horas estuvo presente en una oración que sus hermanos de la Archicofradía del Pilar le habían preparado delante de los Titulares, Nuestro Padre Jesús de las Penas y María Santísima de la Caridad. Fue un momento muy emotivo, que sólo se había repetido en esta cofradía en una ocasión anterior, cuando Miguel Ángel Novo Pérez, actual hermano mayor de las Penas, pronunció el pregón de la Semana Santa gaditana.
De esta manera, Romo recibió la fuerza espiritual que la hacía falta para que su garganta no flaqueara en este momento tan especial de su trayectoria cofrade. José Manuel se sintió en todo momento apoyado por sus hermanos de las Penas que lo acompañaron desde San Lorenzo en el duro camino de nervios hasta el Falla.
El encargado de anunciar la Semana Santa de Cádiz 2010 es una persona muy querida por los gaditanos, y muestra de ello es que el Teatro se llenó más que en los últimos años. Había muchas expectativas con este pregón, y es que Romo tiene más de 30 anunciaones a su espalda.
Previos
El acontecimiento comenzó con 10 minutos de retraso, para dar tiempo al público a acomodarse en sus localidades.
El periodista de Canal Sur, Juan Manzorro Burguillos, presentó el acto, haciendo hincapié en el centenario del Falla y la labor realizada durante todo el año por las hermandades y cofradías y por el Consejo Local.
Manzorro tuvo un recuerdo especial para las cofradías que este año están de celebración. Es el caso de la Hermandad del Caído, que cumple 50 años desde su refundación; Perdón, que cumple las bodas de diamante, y Columna que festeja el 350 aniversario de su fundación y de la hechura del Señor Atado a la Columna.
También hubo un recuerdo especial para el obispo de la Diócesis de Cádiz, Antonio Ceballos Atienza, que este año cumplirá 75 años y por tanto, tiene que poner su cargo a disposición del Papa. Puede ser su última Semana Santa como Prelado y el público se puso en pie para agradecerle el trabajo realizado durante los últimos 16 años.
Inmediatamente después, la Banda de la Fundación Alcalde Zoila Ruiz Mateos interpretó el Himno de Andalucía, que abrió oficialmente el acto cofradiero.
A continuación, los asistentes hicieron un receso para rezar el Ángelus, a las doce en punto de la mañana. La encargada de pronunciar la oración fue María José Novo, miembro del Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Cádiz.
Tras el rezo del Ángelus, la banda intrepretó las marchas escogidas por el pregonero de la Semana Santa 2010, Ecce Homo, de Eduardo Escobar, Cádiz Cofrade, de Abel Moreno y La Caridad de tus Penas de Juan Antonio Verdía. Estaba previsto que en lugar de Cádiz Cofrade se interpretara la marcha Lágrimas, del maestro José Cubiles, elegida para la ocasión por José Manuel Romo, en homenaje a la Cofradía de Columna y por cumplirse 50 años desde la composición de la misma. Al parecer la banda tuvo problemas para montarla a tiempo.
La música volvió a ser el único aspecto negativo. Y no por las marchas, sino por la calidad de la misma. Faltó pellizco en la intrepretación y fuerza. En definitiva, el Ayuntamiento de Cádiz debe tomar nota de una vez y darse cuenta de que Cádiz se merece más para un acto de estas características.
Acto seguido, el telón del Falla se abrió para dejar ver un escenario sobrio y muy elegane. El exorno floral fue obra del florista gaditano y hermano de la cofradía del Perdón, Jesús Garrido, quien además se encarga de surtir de flores a nueve hermandades de la capital.
Un escenario muy mariano, con los mantos de María Santísima de la Caridad y la Virgen del Patrocinio, sujetados por dos angelitos y rematdo por la Cruz de Guía de la Hermandad del Nazareno. A la derecha, el atril del pregonero, adornado conun centro de rosas rojas a los pies
Francisca Durán tomó la palabra para dar el testigo a José Manuel Romo. Se disculpó por atreverse a ocupar un puesto que le viene por tradición “y que cualquier amigo tuyo de toda la vida estaría dispuesto a ocupar”.
Durán hizo un recorrido por la trayectoria personal y cofrade de su sucesor, haciendo hincapié en su trabajo en los medios de comunicación a lo largo de toda su vida.
La jerezana animó al pregonero y le anticipó que su pregón será uno de los mejores regalos de esta Cuaresma. “Es hora de abrir los oídos del corazón para que el pregonero nos lleve en su barca a recorrer lo que se avecina”.
Pregón
El momento álgido del pregón llegó a las 12.41 minutos. José Manuel Romo salía de entre bastidores, vestido de chaqué para saludar a su antecesora y al auditorio. Nada más enfrentarse al público, ya lo tenía en el bolsillo. La gente lo quiere y no por novelería, sino porque por fin llega un pregonero cofrade, gaditano, y de los de siempre.
Los primeros versos de su pregón estuvieron dedicados al Regidor Perpetuo y a la Virgen, nombrando a varias advocaciones marianas.
En primer lugar, Romo hizo una cronología de su vida cofrade, acordándose de los que engrandecieron su sentimiento por la Semana Santa de Cádiz desde la niñez. Tuvo palabras para sus hijos, y para su mujer y brindó su texto a las Concepcionistas de Santa María, recluidas desde hace meses en el convento de la calle Feduchy “por su amor que dieron desde Santa María, soportando mil tormentos, de tanta gente que no tenía qué llevarse a la boca”.
El pregonero tuvo palabras para el centenario del Falla y para Francisco Moscoso, el amigo que le dio a conocer su nombramiento. El anunciador dedicó su primer aplauso a todos los que han exaltado la Semana Santa de Cádiz, desde que en 1944 lo hiciera por primera vez José María Pemán: “Qué orgullo venir con la humildad de no ser nada, y llenar hoy el Falla con mi poesía”.
Tal y como avanzó en sus múltiples entrevistas, José Manuel Romo dedicó parte de su texto a las efemérides de este año y a la primera salida de Nuestro Padre Jesús del Amor Despojado de sus Vestiduras, y la inminente llegada de María Santísima de la Concepción.
Tal y como prometió, el pregonero no se olvidó de ninguna cofradía. No las nombró de manera ordenada, lo hizo según le fue dictando el corazón.
El momento de más emoción llegó cuando le tocó el turno de hablar de su queridísimo Cristo de las Penas. José Manuel no pudo contener las lágrimas y tuvo que parar para tranquilizarse, tomar aire y volver a retomar la lectura del texto.
A continuación, dedicó unos versos al Regidor Perpetuo que fueron rematados por una preciosa saeta en la voz de Carmen de la Jara.
Crítica
La visión periodística del pregonero no pasó de largo. José Manuel hizo alusión a la retirada de los crucificos en las escuelas públicas, mientras se mantienen costumbres que sirven para la diversión y que tienen su origen en el cristianismo. Pero mientras esto ocurre, en Cádiz nace una cofradía en Salesianos y Las Aguas se traslada a la Iglesia anexa de San Felipe Neri, “porque Dios no quiere apartarse de los niños”. “Tu eres un Dios compasivo, y aunque te quieran borrar no faltes nunca a la clase”. “Yo desde el atril del Falla, ante tanto desagravio cubro tu cuerpo de besos”. “Te bajan de la pared y yo te subo a un paso, porque tu eres nuestra fe y nuestra razón de ser, la luz del amanecer”.
El exaltador de la Semana Santa hizo hincapié en este año dedicado al Sacerdocio y recordó a la curia que es necesario caminar de la mano, sacerdotes y cofrades. Envió un cariñoso abraso a todos los directores espirituales de las cofradías “mi respeto que centro en Monseñor Don Antonio Ceballos Atienza, que con su dulcura y amor ha sido, es y será, ejemplo de verdadero sacerdocio al servicio de los fieles y de la Iglesia”.
El pregonero hizo alusión a los debates que hay sobre la Madrugada. Aseguró que esa noche “nunca se perderá, porque va más allá de la presencia de las cofradías en nuestras calles” y agobó por su mantenimiento.
José Manuel se acordó también del cambio de Santo Entierro al Sábado Santo y de la labor que hacen las hermandades para dar solución a los problemas de los necesitados durante todo el año y no sólo cuando huele a cera.
El vocero aprovechó su privilegio y la presencia de Antonio Ceballos Atienza para pedir la coronación de la Virgen de las Penas de la Archicofradía de la Palma, y de Dolores de Servita, antes de que el Prelado deje de estar al frente de la Diócesis.
En definitiva un pregón cargado de sentimientos, de sabiduría, de gaditanismo y de amor. La Virgen de la Caridad le dio fuerza y lo bordó. Enhorabuena al pregonero, porque hará historia e igual ayer consiguió alguna coronación o alguna procesión extraordinaria.
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