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Las claves de la final de la Liga de Campeones

El partido enfrentará a dos de las grandes potencias de la Premier League, el Manchester City y el Chelsea

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  • Guardiola. -

El próximo 29 de mayo se disputa la final de la Liga de Campeones en el estadio Olímpico Atatürk de Estambul. El partido enfrentará a dos de las grandes potencias de la Premier League, el Manchester City y el Chelsea.

El partido podrá seguirse en todo el mundo a través de infinidad de plataformas y demás espacios como Pirlo TV. Como cada año, será uno de los grandes acontecimientos deportivos del curso. Se esperan que varios millones de espectadores se planten frente a las pantallas para disfrutar de un encuentro tan mediático.

A continuación, analizaremos a los participantes y veremos cuáles serán las claves del partido.

Chelsea

Thomas Tuchel llega al Chelsea el 26 de enero de 2021 para sustituir a una leyenda del Chelsea, Frank Lampard, que no acabó de la mejor de las maneras. El equipo presidido por Roman Abramovich marchaba por aquel entonces en la novena posición de la tabla —había perdido cinco de sus últimos siete encuentros—, el ambiente estaba enrarecido y la sensación de pesimismo era muy pronunciada. Eran muchas las personas que veían al Chelsea fuera de las competiciones europeas de cara al curso futbolístico 2021/2022. Por suerte para la poderosa entidad inglesa, con Tuchel llegó un cambio radical en el equipo basado en una defensa potenciada y un dinamismo muy alto.

Edouard Mendy, el guardameta fichado en verano, ha conseguido acabar con el debate de la portería del Chelsea, tras el irregular rendimiento mostrado por Kepa Arrizabalaga. Un portero sobrio que se centra en lo que de verdad importa: parar balones.

El desempeño defensivo del equipo ha tenido mucho que ver en el éxito de Mendy. El conjunto dirigido por Tuchel forma con un 1-5-4-1, con tres centrales muy definidos, que por lo general son Azpilicueta, experto y muy fiable, un auténtico artista de la defensa; Thiago Silva, uno de los mejores centrales de su generación, aunque el fin de su carrera está cada vez más cerca; y Antonio Rudiger, fuerte y atlético, un jugador que por fin rinde al nivel que se esperaba de él. Los tres conceden poco a los rivales y, desde luego, no hacen ni un regalo a los delanteros rivales. Los laterales están muy pendientes de defender su espacio. Ben Chilwell, el lateral izquierdo, tiene más vuelo y suele llegar más arriba que el lateral diestro, Rice James, otro jugador de gran fuerza y gran capacidad para repetir esfuerzos, ir y venir.

En el centro del campo, el brasileño Jorginho es el eje vertebrador. Siempre bien colocado, es el elemento más posicional del equipo. Pero el medio carioca no solo corta, también distribuye con fluidez y acierto; un jugador fundamental. Junto a él aparece N´Golo Kanté, un futbolista hiperdinámico, un recuperador extraordinario que siempre dificulta el avance rival y que no desentona con el balón. El pequeño francés casi no pierde balones. Un poco más arriba aparecen los dos mediapuntas del equipo: Mason Mount y Christian Pulisic. Los dos son jugadores de muchísimo talento; sin embargo, no rehúyen a la presión y atosigan constantemente al rival. En la punta del ataque aparece Timo Werner, muy rápido y vertical, pero muy desacertado de cara a gol en lo que llevamos de temporada.

El Chelsea se preocupa de cerrar huecos y evitar que los adversarios puedan encontrar líneas claras de pase. La intensidad del equipo es encomiable y a la que aparecen huecos en el campo rival, se lanzan con una gran voracidad en busca de la portería rival. Es un equipo muy vertical que nunca pierde el orden.

Manchester City

Pep Guardiola tiene la opción de volver a ganar la Liga de Campeones, después de haberlo conseguido cuando era el entrenador del Fútbol Club Barcelona.

Su portero Ederson es fantástico con los pies, pero en los días importantes suele dejar actuaciones más que cuestionables. La defensa es una línea de cuatro en la que todos los jugadores tratan el balón con exquisitez. La llegada de Rúben Dias al eje de la zaga ha sido fundamental para aportar seguridad y empaque. De hecho, ha sido así como John Stones ha recuperado su nivel de antaño. Por la derecha aparece Walker, bastante profundo, y en la izquierda se alternan Cancelo, magnífico en el desborde, y Zinchenko, más pausado y asociativo.

Definir quiénes son los hombres que ocupan la zona del medio y de la delantera resulta más complicado. Si por algo está destacando el City este año es por las numerosas y exitosas rotaciones que está realizando. El pivote suele ser el español Rodri, con mejor toque de balón que Fernandinho, más fuerte y mejor defensivamente. Junto a él parecen haberse ganado un sitio Bernardo Silva y Gundogan. Este último se ha destapado como un tremendo llegador. En las alas se desenvuelven Mahrez y Foden, dos jugadores de gran desborde y creatividad. La posición de delantero centro, aunque más bien de falso nueve, la ocupa De Bruyne, la gran estrella del equipo: un jugador total, un líder que nunca se esconde.

El Manchester City de Pep busca las combinaciones, tener la posesión y juntar pases, pero no para dormir los partidos, sino para someter a sus rivales y buscar la portería rival con insistencia. Eso no quiere decir que renuncie al juego rápido y en largo —así sentenció su eliminatoria frente al PSG—, registro en el que también es muy peligroso. Es un equipo acostumbrado a llevar el peso de los encuentros y a mandar.

Las claves de la final

Es de suponer que el Chelsea le entregue el balón al City para presionar muy arriba buscando provocar errores. El City deberá gestionar con mucha seguridad el balón si no quiere que los londinenses encuentren los huecos que quedarán a su espalda. Por su parte, el conjunto mancuniano deberá mover el balón con rapidez de dentro a fuera y de fuera a dentro para generar huecos, también será muy importante su activación tras pérdida, otra fuente de ocasiones para los de Pep.

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