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Uno de cada cuatro muertos en carretera es motorista: un drama que no termina

Unas cifras que la pandemia no ha logrado frenar y que podrían incrementarse con la mayor movilidad tras el fin del estado de alarma el próximo 9 de mayo

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  • Motoristas de la Guardia Civil de Tráfico. -

Sesenta y siete motoristas han muerto en las carreteras en los cuatro primeros meses del año y suponen ya casi una de cada cuatro personas fallecidas. Unas cifras que la pandemia no ha logrado frenar y que podrían incrementarse con la mayor movilidad tras el fin del estado de alarma el próximo 9 de mayo.

A los 67 fallecidos (60 usuarios de moto y 7 de ciclomotor) en vías interurbanas hasta el 29 de abril, hay que añadir, al menos, tres motoristas muertos durante el primer fin de semana de mayo. Un 62 % de todas las muertes se han producido en fin de semana.

Según los datos facilitados a Efe por la Dirección General de Tráfico (DGT), en los cuatro primeros meses de 2020 fallecieron 41 motoristas (37 en moto y 4 en ciclomotor), 26 menos que este año, pero hay que tener en cuenta que desde el 15 de marzo, que se decretó el estado de alarma, hasta finales de abril, estábamos confinados en casa.

En 2019, antes de la pandemia, se contabilizaron 74 motoristas fallecidos en el primer cuatrimestre. Solo 7 menos que este año, en el que los largos desplazamientos han estado limitados.

Juan Manuel Reyes, presidente de la Asociación Mutua Motera, cree que se ha producido "un efecto rebrote". "Nos da la sensación de que el peligro está en el virus y se está bajando un poco la guardia. Vamos más relajados al conducir, más despreocupados porque si hemos conseguido sobrevivir al virus parece que esto es algo menor y estamos viendo que no lo es", señala a Efe.

Además, según Reyes, cada vez se ven más motoristas circulando sin equipos de protección, "con el casco y poco más", algo que antes de la pandemia era muy raro.

En general, en los cuatro primeros meses del año las carreteras se ha cobrado la vida de 256 personas, un 3 % más que en el mismo periodo de 2020 y un 22 % menos que en 2019.

Los motoristas, que suponen casi una de cada cuatro personas fallecidas y tienen una gran incidencia los fines de semana, siguen siendo una las grandes prioridades en materia de seguridad vial, señalan a Efe fuentes de la Dirección General de Tráfico (DGT), que trabaja "para que los posibles incrementos de movilidad de los próximos meses no se traduzcan en incrementos de la siniestralidad".

Para el presidente de la Asociación DIA de Víctimas de accidentes, Francisco Canes, las cifras son "bastante llamativas", teniendo en cuenta que los motoristas fallecidos suponen casi un 25 % del total "cuando ni mucho menos ese porcentaje se acerca a la realidad del número de motos en relación con otro tipo de vehículos ni con el número de kilómetros recorridos".

En declaraciones a Efe, Canes insiste en que hay que profundizar en campañas de concienciación y en la formación de los motoristas, pero también del resto de conductores, "de lo vulnerables que son", y llama la atención sobre el hecho de que la reducción de la movilidad no haya influido en el número de fallecidos.

En la falta de formación de todos los usuarios de la vía incide también el presidente de Unión Motera, aunque valora que la DGT esté trabajando para que se promocionen los cursos de conducción segura.

Además de a la relajación de los conductores, Reyes achaca las altas cifras a la falta de inversión en infraestructuras que se arrastra desde la crisis de 2008 y que se ha agravado con la pandemia: suciedad en los márgenes de las carreteras, baches y barreras de contención que no se reparan y un déficit importante de sistemas de protección de motoristas como los faldones bajo los guardarraíles, cuya colocación reduciría las muertes en un 18 %.

Reyes hace una llamada de atención a las administraciones para que inviertan en investigación, ya que "si no sabemos cómo se producen los accidentes, difícilmente vamos a poder encontrar una solución para evitarlos".

El número de usuarios de moto está aumentando, ya que existe una tendencia creciente a pasar del coche a la moto, aunque, como advierte Reyes, el incremento de la siniestralidad en este colectivo no es proporcional al aumento del parque.

En febrero de este año el parque de motos y motocicletas ascendía a 5.639.671 vehículos, 11.997 más que un año antes. Si se tienen en cuenta solo las motos, hay 15.233 más que en 2020, según los datos facilitados a Efe por Tráfico.

El Gobierno quiere dar prioridad a los usuarios más vulnerables (peatones, ciclistas y motoristas), que ya representan el 53 por ciento de las víctimas mortales de la carretera, y se están diseñando algunas medidas para protegerles.

En el caso de los motoristas, la reforma del Reglamento de Circulación que se ha diseñado contempla, entre otras medidas, la posibilidad de que las motos circulen por el arcén a una velocidad máxima de 30 km/h en caso de congestión.

También abre la posibilidad de emplear intercomunicadores incorporados al casco y el uso obligatorio de los guantes. Además, se prevé el uso del "airbag" en motos de alta cilindrada en carretera, medida que Interior quiere hacer efectiva en el medio plazo.

Algunas de estas últimas medidas no gustan mucho a los motoristas, no porque crean que no van a aumentar la seguridad, sino porque consideran que más que obligar hay que concienciar. 

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