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En román paladino

Antisemitismo

Faltan leyes que combatan esa estrategia de odio

Publicado: 18/02/2021 ·
09:50
· Actualizado: 18/02/2021 · 09:50
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  • La marcha en Madrid en recuerdo de la División Azul -
Autor

Rafael Román

Rafael Román es profesor universitario, miembro del PSOE, exconsejero de Cultura y expresidente de la Diputación de Cádiz

En román paladino

El autor aborda en su espacio todos los aspectos de la actualidad política tanto de España, Andalucía y la provincia de Cádiz.

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En Madrid, este fin de semana pasado, personas de diferentes  grupos de extrema derecha han desfilado con símbolos, proclamas, lemas y gritos  nazis, falangistas y de la División Azul,  acusando con absoluta claridad y contundencia a los judios: “El enemigo siempre va a ser el mismo, aunque con distintas máscaras: el judío…El judío es el culpable y la División Azul luchó por ello”. Afortunadamente era un grupo de dos o tres centenares de personas pero lo hicieron con absoluta impunidad.  La historia del antisemitismo recorre la historia no solo española  sino europea, por no decir que mundial. Pero los hechos más dramáticos se han producido en el viejo continente. No se trata de contar la historia de los judíos, un pueblo obligado a la diáspora por unas circunstancias más que conocidas. Un pueblo siempre perseguido y al que han achacado todos los males del mundo. Desde la muerte de Cristo, judío, no ha habido mal que no se le haya atribuido al pueblo hebreo, oriundo de los  antiguos reinos de Judá e Israel. 

“¿Quién es judío?” se preguntaba Isaac Deutscher. Negaba que lo fuera sólo por  los lazos raciales o los vínculos de sangre, ni por la religión  -porque era ateo- ni por el nacionalismo -porque era internacionalista- sino por su solidaridad incondicional con los perseguidos y los exterminados.  Esa es la raíz - a la contra- justamente del antisemitismo vigente aún hoy día. Se empieza con la negación o la banalización del Holocausto y  se concluye  difundiendo estas   campañas  de odio y de toda  la violencia  cometida contra los judíos  en la historia,  como justificación de las posiciones de un renovado nazismo, racismo, supremacismo  y de posiciones inasumibles  contra la democracia y sus valores  profundos  de tolerancia. Pero, ya lo dijo Popper, la tolerancia tiene el límite de lo intolerable. Y estos hechos, que evocan el periodo más negro de la humanidad, lo son.

Los  actuales  problemas generados en el moderno Estado de Israel, y sus conflictivas relaciones con los  ocupados palestinos, no pueden ser obstáculo para un análisis serio de la historia judía y la persecución sufrida  por el hecho de ser judíos. Hay antisemitismo de extrema derecha y de extrema izquierda. Ambos son antisemitismos. Ambos condenables. Faltan leyes que combatan esa estrategia de odio y que se cumplan por los servicios de investigación,  por la policía democrática y por los jueces.

 

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