La decisión de la Xunta de Galicia de suspender las competiciones autonómicas federadas ha generado en el deporte gallego desencanto, tristeza y resignación, pero también aceptación, porque la tercera ola de la pandemia se antoja gigante.
El fútbol en categorías regionales estaba a punto de regresar con la Preferente, cuyo calendario iba a sortearse este mismo miércoles para iniciar la competición a finales de mes; y otras disciplinas deportivas como el atletismo, baloncesto o hockey ya habían recuperado una cierta normalidad.
Con el decreto que entra en vigor este jueves, Galicia suspende la competición autonómica federada y limita los entrenamientos a grupos de cuatro (sin contar el monitor). Se libran, por ahora, las competiciones federadas nacionales.
En los centros deportivos (gimnasios, por ejemplo), según establece el Diario Oficial de Galicia, se puede realizar la actividad deportiva de forma individual o colectiva con un máximo de cuatro personas, sean o no convivientes (aparte del monitor), sin contacto físico y siempre que no se supere el cincuenta por cien de la capacidad máxima permitida.
Además, se expone que bajo ningún concepto se abrirán a los usuarios los vestuarios y zonas de duchas, pudiendo habilitarse, en los casos estrictamente necesarios, espacios auxiliares.
El martes, día en el que la Xunta, a través del conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña, avanzó las medidas, el secretario general para el Deporte, José Ramón Lete Lasa, mantuvo una reunión telemática vespertina con las federaciones autonómicas.
El presidente de la Federación Gallega de Atletismo, Isidoro Hornillos, explicó a Efe que recibieron la noticia de la suspensión de la competición autonómica "con una gran tristeza, porque trunca la normalización" que se estaba produciendo.
Incidió en que "dificulta la preparación para los campeonatos de España tras el encomiable esfuerzo realizado en los últimos meses por los atletas, entrenadores, clubes y jueces para volver a entrenar y competir".
"Pero somos solidarios con una sociedad que llora a sus enfermos y muertos y respetamos, entendemos y apoyamos a la medida impuesta", afirmó.
La suya era una de las federaciones con más actividad en la 'nueva normalidad' y este "mazazo" supone -confesó- una mezcla de "desencanto, tristeza, resignación" por una parte, pero de comprensión por la otra ante una situación "dramática" para la sociedad por la crisis sanitaria y la situación comprometida en que empiezan a verse los hospitales.
"Tenemos que ser solidarios con la gente en estos momentos", explicó Hornillos, quien precisó que el deporte es "fuente de salud y nunca tiene que ser un problema, sino una solución".
En la reunión con las Federaciones, la secretaría general para el deporte también alertó de que las fuerzas del orden habían detectado la utilización de las licencias federativas como un salvoconducto para saltarse restricciones (de movilidad, por ejemplo) para actividades que no eran entrenar y competir.
"Nos toca pagar los platos rotos de otros". Así se sienten, y lo expresan en privado y en público, muchos deportistas de todas las disciplinas en Galicia, que acatan las nuevas medidas pero critican la permisividad que hubo en otros ámbitos en las últimas semanas coincidiendo con las fiestas navideñas.