La era del alemán Thomas Tuchel en el París Saint-Germain no llegará a su destino y acabará en los próximos días, seis meses antes del final de su contrato, para dar inicio a un nuevo periodo encarnado por el argentino Mauricio Pochettino.
Los propietarios cataríes del conjunto francés han dado un brusco golpe de timón cuando menos se esperaba, después de que el técnico germano, de 46 años, comenzara a enderezar el rumbo del equipo tras un inicio de temporada irregular.
Su destitución llega tras una plácida victoria del equipo (4-0 ante el Estrasburgo), aunque a diferencia de los últimos años, el PSG no domina su liga con mano firme. Es tercero de la tabla a 1 punto del liderato.
La resaca de la final de la Liga de Campeones a la que llegaron la pasada temporada, la mayor gesta del PSG en Europa, no fue bien digerida por el equipo ni por su técnico, que en un espectacular cambio de actitud mostró un rostro huraño y cariacontecido en contraste con el buen carácter que tenía hasta el momento.
El mercado de fichajes, marcado por desencuentros con el director técnico Leonardo, fueron degradando la situación con la directiva, que en paralelo iba perdiendo la confianza en el técnico que procedía del Borussia Dortmund.
La mejor prueba de ello es que nunca llegaron a establecer conversaciones para renovar su contrato, que expiraba el 30 de junio, sinónimo que Tuchel no era el capitán que los cataríes querían para dirigir su barco en el futuro.
Los rumores sitúan al alemán en el banquillo del Manchester United a partir de la próxima temporada.
Pero nada hacía presagiar un golpe tan brusco a estas alturas de la competición, a poco más de dos meses de afrontar en octavos de final de la Liga de Campeones al Barcelona, su bestia negra de las últimas ediciones.
La entrevista de Tuchel a la televisión alemana Sport 1 en la que emitía dudas sobre la grandeza del club acabó por rebasar el vaso de la paciencia catarí, que venía ya bastante lleno.
Nunca antes los propietarios árabes habían tomado una decisión de esa envergadura en medio de la temporada con un entrenador fichado por ellos. El italiano Carlo Ancelotti se marchó al Real Madrid al término de la temporada 2013, dando paso al francés Laurent Blanc, que completó tres ciclos completos.
Los mismos que el español Unai Emery, al que no destituyeron ni siquiera tras la famosa "remontada" contra el Barcelona. Esperaron al final de la temporada.
No podrá decir lo mismo Tuchel, pese a que a diferencia de sus antecesores, él sí logró superar un escalón en la marcha europea del club, al alcanzar el año pasado la final de la Liga de Campeones.
Tampoco le podrán reprochar su gestión de un vestuario con estrellas como Neymar o Kylian Mbappé, que ha mantenido cohesionado, aunque en la entrevista con Sport 1 confiesa la dificultad de lidiar con jugadores de esa proyección.
Le tocará hacerlo a Pochettino, que cuando se resuelva el contrato de Tuchel será anunciado como nuevo técnico, con el mismo nivel de exigencia que sus predecesores, en la que será su cuarta experiencia en los banquillos, que comenzó en el Espanyol, el mismo equipo en el que acabó su andadura como futbolista.
Una trayectoria que también le había llevado al PSG entre 2001 y 2003, años en los que dejó una huella de prestigio, pero en los que también se llevó un buen recuerdo, hasta el punto de que no ocultaba su deseo de regresar algún día al banquillo. Al menos el argentino llega ya con el cariño de la grada en el bolsillo.
Pochettino, de 48 años, conoce como Tuchel la exigencia del máximo nivel. Pocos meses después de alcanzar la final de la Liga de Campeones con el Tottenham fue destituido en la que es, hasta ahora, su última experiencia en un banquillo. Antes, además del Espanyol, entrenó al Sauthampton.