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Campo de Gibraltar

Devoción a raudales en el Martes Santo de Algeciras

Miles de personas acompañan al Medinaceli y la Esperanza desde San Isidro, más de dos mil de ellos de promesa

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Si la devoción se pudiera cuantificar por el número de fieles que acompañan a una imagen en Semana Santa, la talla de Jesús Cautivo volvió este Martes Santo a disipar cualquier duda sobre la condición popular que se le atribuye de Señor de Algeciras.

Todo impresiona en el recorrido del Medinaceli y de la Esperanza. Desde la salida, en San Isidro, donde le llueven aplausos, el recorrido por el barrio, tanto en la salida como en la recogida en una noche solemne de primavera y su desfilar por el resto del centro de la ciudad.

Pero volviendo al inicio, si hay algo tangible que permita cuantificar la devoción, el caudal de devotos que caminan como promesa tras la imagen del Cristo es una de las imágenes icónicas de la Semana Santa de la comarca.

Más de dos mil personas, según responsables de la Hermandad, siguen los pasos del trono del Señor de Algeciras en su cita del Martes Santo en una de las muestras más puras de lo que se le presupone a la Semana de Pasión.

Por si la devoción que despiertan el Medinaceli y la Esperanza no fuese suficiente, el día acompañó, con una tarde espléndida para la salida del desfile procesional en una plazoleta de San Isidro recién remodelada que también se engalanó para recibir a su morador más ilustre.

A medida que la noche avanzaba el cortejo se desnudaba del aspecto más festivo y externo y se sumía en el recogimiento conforme los pasos subían las cuestas del barrio para encontrarse ante su templo, el momento que más esperan en San Isidro.

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