El fiscal que investiga la trama rusa, Robert Mueller, recomendó hoy que el controvertido ex asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca Michael Flynn no vaya a la cárcel a cambio de su "colaboración sustancial" con la pesquisa.
Flynn se vio forzado a dimitir días después de llegar a la Casa Blanca tras filtrarse que había hablado con el entonces embajador ruso en Estados Unidos, Sergey Kislyak, sobre las sanciones del entonces presidente, Barack Obama, contra Moscú por su supuesta injerencia electoral.
Ahora hace un año, Flynn admitió haber mentido al FBI sobre esos contactos con Rusia y empezó a colaborar con los fiscales de Mueller.
En un documento judicial, Mueller reveló hoy que Michael Flynn se ha sometido durante este año a 19 interrogatorios con sus fiscales y que ha colaborado en múltiples líneas de investigación.
Aunque no se revelan detalles sobre su colaboración, el documento indica que el general retirado ha ofrecido información "sobre los vínculos o la coordinación entre el Gobierno de Rusia y personas asociadas con la campaña (presidencial) de (Donald) Trump".
Mueller investiga desde mayo de 2017 la supuesta injerencia del Kremlin en las elecciones a la Casa Blanca de 2016, así como los posibles nexos entre la campaña de Trump y funcionarios rusos con el objetivo de favorecer la victoria del ahora presidente.
Flynn es uno de los cinco excolaboradores del presidente que han llegado a acuerdos con Mueller (también lo han hecho su ex jefe de campaña Paul Manafort, así como a su ex abogado Michael Cohen) en el marco de la investigación sobre la trama rusa.
El general retirado asesoró a Trump en seguridad nacional durante la campaña y fue uno de los primeros nombramientos del presidente como asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca poco después de ganar las elecciones ante la demócrata Hillary Clinton.
El motivo real de su dimisión fue haber mentido a altos cargos de la Casa Blanca, entre ellos el vicepresidente, Mike Pence, sobre el contenido de sus encuentros con Kislyak.