La diócesis de Cádiz y Ceuta vivió este sábado una jornada para la historia, con la celebración del Vía Crucis diocesano y la participación de dos hermandades isleñas como Huerto y Afligidos. Huerto era la primera hermandad en iniciar el Vía Crucis y llevaba su restaurada cruz de guía, además de dos bocinas con el paño bordado con el escudo del Ayuntamiento de San Fernando. Junto con la hermandad de los Afligidos eran las auténticas embajadoras en este Vía Crucis conmemorativo y dejaron el pabellón alto.
A lo largo de los itinerarios recorrido fueron las hermandades más buscadas. Todo era nuevo, era un día especial, lleno de emociones y vivencias para la historia. Dos puntos clave Las hermandades isleñas destacaban por dos puntos clave. En Cádiz se esperaba que no hubiera problemas para que la hermandad del Huerto pudiera pasar por el denominado túnel de Santiago, cuya estrechez y los balcones condicionan el paso, con objeto de que no retrasara, y así fue, la cuadrilla de la JCC, a las órdenes de Alberto Salas 'Zaragoza' salvó las dificultades y todo discurrió conforme se había planeado. En otro punto de la ciudad, la hermandad de los Afligidos llenó calles del barrio de Santa María en su camino a la iglesia de Santo Domingo, para fortalecer su carta de hermandad con la orden de los predicadores.
La cofradía de Los Estudiantes buscó en origen el convento de los Padres Dominicos y recorrió las calles Jesús de Medinaceli, Plaza Fray Félix, Obispo José María Rancés, Plaza San Martín, Posadilla, San Antonio Abad, Fabio Rufino, Pomponio Mela, Plaza San Juan de Dios, Sopranis, Santo Domingo, Plocia, Callejón de los Negros, Lázaro Dou, Plaza San Juan de Dios, Avda. 4 de Diciembre de 1977, Cristóbal Colón, Nueva, Plaza San Juan de Dios, Pelota, Plaza de la Catedral, Arquitecto Acero, Campo del Sur, Stmo Cristo del Perdón, Jesús de Medinaceli y recogida en la iglesia parroquial de Santa Cruz, en torno a las 00.30 horas, con 15 minutos de retraso, pese a que el Vía Crucis llevaba un retraso de una hora en el paso de las hermandades por la Plaza de la Catedral.
La cofradía del Huerto recorrió las calles Jesús de Medinaceli, Stmo. Cristo del Perdón, Campo del Sur, Arquitecto Acero, Plaza de la Catedral, Cobos, Cristóbal Colón, Nueva, Plaza San Juan de Dios, Pelota, Plaza de la Catedral, Compañía, Santiago, Plaza Candelaria, Montañés, Palillero, Novena, Valverde, Beato Diego de Cádiz, San Francisco, Plaza San Agustín, San Francisco, Cobos, Cristóbal Colón, Ruiz de Bustamante, Marqués de Cádiz, Pelota, Pomponio Mela, Fabio Rufino, San Antonio Abad, Posadilla, Plaza de San Martín, Obispo José María Rancés, Plaza de Fray Félix, Jesús de Medinaceli. y recogida en Santa Cruz.
El párroco del Santo Cristo, el Padre Rafael Pinto Vega, que todo el itinerario de preste tras el paso de Afligidos, fue el encargado de dar lectura a la novena estación, mientras que un hermano y cofrade del Huerto, párroco de San Lorenzo, como el Padre Jesús García Cornejo, fue el encargado de dar lectura a la primera estación, correspondiente al Huerto.
Fue una jornada llena de detalles, de buenas bandas de música y cornetas, de variados exornos florales y de momentos únicos, inéditos y quién sabe si irrepetibles.
San Fernando dejó muy alto el pabellón con sus pasos dorados y el acompañamiento musical. Dos estilos de carga muy distinto al resto de hermandades, a las vez que particulares.
Por cuanto hay que tener en cuenta que de 16 pasos presentes, eran de Cádiz, San Fernando, La Línea, Chiclana, San Roque, Conil, Medina, Puerto Real y Algeciras, con estilos diferentes en la carga, en los pasos y en unos cortejos que destacaron por lo especial de la variedad, sobre todo las que salieron de la iglesia de Santo Domingo, antes como la Humildad y Paciencia de San Roque y el Nazareno de Medina Sidonia, antigua sede de la diócesis de Cádiz y Ceuta, y cuyo traslado se conmemora este año con distintos acontecimientos
Cádiz dio muestras de lo que puede generar un acontecimiento extraordinario y cofrade
Desde primera hora de la mañana del sábado cientos de isleños cogían el autobús o el tren para ir a Cádiz. Por la tarde y a partir de la 17.00 horas, coger el autobús en paradas alejadas del punto de salida era ya una suerte, pues todos pasaban llenos. En Cádiz, isleños por todas las calles y plazas, que no querían perderse un momento extraordinario con las hermandades de Huerto y Afligidos en el Vía Crucis diocesano por el 750 aniversario del traslado de la diócesis de Medina a Cádiz. Nadie quería perderse un día para la historia, que llenó las calles de Cádiz, de todo el centro histórico. No fue sólo la plaza de la catedral, donde se celebraba el rezo del ejercicio del Vía Crucis, sino todas las calles y plazas llenas de público arropando a las hermandades. Esto hizo que la hostelería y las pequeñas tiendas de refrescos y bocadillos hicieran un gran negocio, sobre todo con la ampliación de horario decretada por el Ayuntamiento de Cádiz.
Fueron 16 pasos los que llenaron las calles gaditanas, con dos dorados de San Fernando, que destacaron por encima del resto en cuanto a los estilos de carga y culminación armónica de sus pasos. Una jornada llena de emociones y sensaciones distintas, como ya se había comprobado con los pasos de Afligidos y Huerto en el torreón de la iglesia de Santa Cruz, mucho más espacioso que la parroquia de la Divina Pastora y desde luego, muy distinto a las paredes de hormigón de la parroquia del Santo Cristo. La ciudad de Cádiz supo sacar rentabilidad al Vía Crucis diocesano, con miles de personas en las calles gaditanas.
La Hermandad del Huerto se encargó de promocionar San Fernando y la cofradía. Repartió estampas con datos de la hermandad y editó un díptico informativo con datos de la primera estación y de la historia de la hermandad. Aparte, los cargadores de la Asociación de Jóvenes Cargadores Cofrades lucieron camisetas para la ocasión con el escudo del 750 aniversario de la diócesis y por detrás JCC-Huerto San Fernando. Y lo hicieron además uniformados con el pantalón, de forma que ofrecieron una gran promoción de la ciudad de San Fernando cada vez que había un relevo, como lo había también en otras hermandades cuyos cargadores lucía incluso una camisa bordada especial para este acontecimiento extraordinario cada vez que salían del paso. Era una forma de promoción de las ciudades, independientemente de la que también hacen las bandas con sus banderines o guiones, salvo que en este Vía Crucis diocesano no había ninguna banda de San Fernando, algo que ya es difícil, dado su número. En el caso de la cuadrilla de Pepe el Mellao, que portó Afligidos, no hubo promoción, pues no se hizo nada especial en la indumentaria. Aunque en Cádiz se promocionó un estilo de carga, parecido al gaditano, pero distinto hasta en los dos pasos de San Fernando que fueron.