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Sevilla

Ordenan reabrir el caso archivado de una niña robada nacida en 1970

La Audiencia de Sevilla ha ordenado reabrir la investigación de un presunto caso de una bebé robada, nacida en el Hospital de las Cinco Llagas de Sevilla

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  • Protesta de la asociación de bebés robados de Sevilla. -

La Audiencia de Sevilla ha ordenado reabrir la investigación judicial archivada de un presunto caso de una bebé robada, nacida en el Hospital de las Cinco Llagas de la capital hispalense el 18 de diciembre de 1970, cuya madre, Isabel Díaz, nunca vio su cuerpo ni conoce dónde está enterrada.

En declaraciones a Efe, Isabel ha explicado que dio a luz ese día en el hospital de las Cinco Llagas y le dijeron que su hija estaba "muy malita" con problemas de corazón pero "a mí no me importaba si quedaba con alguna falta, para eso soy su madre" y cada vez que preguntaba por ella o quería verla "me ponían una inyección y me dejaban dormida".

Su marido fue a registrarla y le pidieron el libro de familia, por lo que fue al pueblo de ambos a por él, y al regresar al día siguiente "le dijeron que la niña había muerto" y que estaba enterrada en el patio del hospital, donde le enseñaron "cuatro o cinco crucecitas" pero no le dejaron acercarse.

Isabel asegura que la Policía le ha confirmado que un bebé no puede ser enterrado sin permiso de sus padres y no se le puede dar sepultura en el patio de un hospital donde, además, consta su nacimiento pero no su muerte y enterramiento.

La niña, a la que pusieron de nombre Yolanda, tampoco aparece enterrada en los libros del cementerio de Sevilla capital ni en el pueblo de la familia, por lo que Isabel está convencida de que su hija "está viva" y desea encontrarla para "contarle mi verdad, porque le han podido decir que su madre la ha dado o la ha vendido, sabe Dios lo que le han contado".

El juzgado archivó la investigación tras considerar que la Brigada de Homicidios de la Policía había agotado todas las vías de investigación posibles, pero la Asociación Sevilla Bebés Robados recurrió, a través de su abogado Juan de Dios Ramírez, y la Audiencia de Sevilla ha ordenado reabrir el caso y que se practiquen varias diligencias, entre ellas abre la posibilidad a investigar las partidas de nacimiento de unas 50 niñas alumbradas entre el 18 de diciembre de 1970 y el 31 de enero de 1971 en el hospital sevillano.

Previamente, la Sección Tercera de la Audiencia ordena al juzgado número 3 preguntar a la Diputación de Sevilla (que guarda los documentos del antiguo hospital) si conserva el historial médico de la madre o de la hija desaparecida; librar oficio al Registro Civil para que informe si consta licencia de enterramiento y que la Consejería de Salud comunique si se hizo autopsia.

No consta licencia de enterramiento ni lugar de inhumación, sólo un parte de defunción por "distress respiratorio grave" dirigido al juzgado municipal.

En el recurso, el letrado también solicita que se investiguen las partidas de nacimiento de todas las niñas alumbradas en el hospital en ese periodo por si hubiese existido "suplantación de identidad y falsificación de documentos".

Aunque la Audiencia se muestra cauta con una "investigación prospectiva" que "pudiera afectar al derecho a la intimidad de terceras personas" y que no ve justificada con los actuales indicios, abre la posibilidad de valorarlo una vez obtenida más información y siempre que el abogado "explique y desgrane" el objetivo de la investigación.

En su recurso, el abogado justificó la petición en que los hechos "podrían constituir un delito de suposición de parto, por lo que para alterar el estado de filiación, obviamente también se habría alterado la documentación necesaria para inscribir a un recién nacido".

En caso de investigarse, unas 50 mujeres -que ahora tendrán 48 años- deberían someterse a pruebas de ADN junto a sus padres para comprobar la relación de afiliación, algo que afecta a sus derechos y sólo puede ordenar un juez.

"Si la niña había muerto ¿por qué no me la dieron? Porque allí no se puede enterrar y no está en ningún cementerio. Mi niña tiene que estar viva", confía Isabel, que tras la pequeña desaparecido tuvo otras dos hijas con su aún marido pero asegura que "el sitio de mi hija, la que me han robado, no se lo quita nadie".

Recuerda que cuando dio a luz estaban su marido y su madre y "nadie la vio muerta ni está enterrada en ningún sitio", por lo que se aferra firmemente a que "está viva y me la han robado".

Desde la Asociación Sevilla Bebés Robados reclaman que en este tipo de casos en los que "no existe lugar de enterramiento del supuesto cadáver" las personas sean declaradas como desaparecidas porque "que exista un parte de defunción y no exista una licencia de enterramiento, obviamente, no quiere decir que tengamos que dar por certeza absoluta que la niña falleciera".

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