El tiempo en: Punta Umbría
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

El Hevia más indiano presenta nuevo disco

A Hevia le apetecía hacer un disco de la cultura indiana, la del retornado, ese asturiano que emigró pero que piensa aún en la patria...

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Hevia en su visita a Viva Sevilla. -

José Ángel Hevia Velasco, gaitero,  músico de gran  prestigio e inventor de la gaita electrónica, conocido internacionalmente como Hevia, pasó por la redacción de Viva Sevilla para hablarnos de su flamante disco, Al Son Del Indianu. Un trabajo discográfico que lo ha llevado a vivir entre Cuba y la República Dominicana durante cuatro años.

La presentación oficial en Sevilla será el próximo día 15 de septiembre en el Auditorio Box Cartuja.

-Al Son Del Indianu, nuevo proyecto. ¿Por qué este giro hacia lo latinoamericano?

Sí es cierto que es un giro que rompe mucho con mi discurso musical anterior. Pero en lo personal no es un giro. Es algo que me apetecía desde hace muchos años. No existe ni una sola familia asturiana que no tenga conexiones con La Habana, México, Buenos Aires o la República Dominicana. En el caso de la mía también, por parte de padre y de madre. Para nosotros la cultura indiana, la del retornado, es algo muy natural, aunque es una idea que no se vende mucho. A mí me apetecía vivirlo desde dentro, no sólo hacer un disco en el que incorporara a la gaita un par de congas, sino irme allí y sentir lo que sintieron esos gaiteros que hicieron profesión en América hace 100 años.

-¿Realmente piensa que Asturias es más un estado mental que un enclave geográfico?

Sí, por supuesto que sí. Es una frase que utilizo mucho en este trabajo, y lo he contrastado. He conocido gente, incluso familia mía que vive en Buenos Aires y Santo Domingo, que cuando llegas allí te preguntan si ha llovido en la Fiesta de San Francisco o si tu abuela sigue segando prados. Siguen viviendo mentalmente en Asturias. Lo curioso es que las segundas y terceras generaciones también lo hacen.

-¿Cómo ha sido la experiencia en República Dominicana y Cuba durante estos cuatro años?

En principio para mi es fácil, ya que mi mujer es dominicana, soy marido y padre de dominicanas. No sólo es familia, tengo muchos amigos allí desde hace años. No ha sido tan difícil como parece salir de la zona de confort, y si es para hacer música, que es lo que me gusta, es más fácil aún.

-¿Qué músicos le han aportado más de todos los que ha conocido en Dominicana?

Víctor Víctor, gran poeta, músico y cantante, es el padre de la Bachata moderna. He tenido la suerte de que cante en este disco en lengua asturiana. El dominicano Chichi Peralta es un músico que me encanta, un merenguero instalado en la “worl music” con un discurso de mucho peso. También está Joel Berrido, que es más productor y ha aportado mucho a este disco. Conocí a Arturo Perez Quintana, un licenciado en saxofón del Conservatorio de La Habana que me dijo: “lo mío es La Gaita”.

-¿Cuándo y dónde se presenta este nuevo proyecto?

Se presentó el año pasado en el Festival Intercéltico de Lorient, con una banda de músicos cubanos de una potencia brutal. He tenido que tirar de este tipo de músicos porque ése es el sentido que tiene hacer esta música. Podíamos decir que es el Caribe desplegado en un escenario, rodearme de  gente que tiene esa rítmica. En España empezaremos en verano por Asturias, también en Andalucía, pero no puedo decir fechas ni localizaciones por ahora. A partir de septiembre, sí hay conciertos ya cerrados y anunciados, como el de Sevilla el 15 de ese mes. Después están los de Madrid, Barcelona y Valencia.

-¿Por qué cree que su música es aceptada en prácticamente todo el mundo?

Porque no canto… (risas). No, ahora en serio, al ser música instrumental no tienes el hándicap del idioma. Creo que me va bien en países como Israel o Japón porque al final, esa conexión entre el individuo y sus raíces, es un lenguaje que se convierte en global, y eso es lo que yo hago. Te pondré el ejemplo del flamenco, que es universal. En cualquier parte del mundo suena un acorde de flamenco y la gente sabe lo que es. Los andaluces se han dedicado a hacer lo que saben hacer bien, desde hace siglos, y ese es su gran éxito, además sin imponerlo. El discurso que yo envidio de  músicas como el flamenco, el merengue o la salsa, he intentado trasladarlo a la Gaita.

-De todos los festivales en los que ha participado, ¿en cuáles cree que se han entendido mejor su música?

En el Festival Intercéltico de Lorient, Asturias participo desde hace más de treinta años. Hemos aprendido mucho, al principio sólo nos traíamos cosas de los escoceses o irlandeses, pero con el tiempo también llevamos. De repente oyes tocar a gaitas escocesas temas asturianos y cosas así. Evidentemente, eso marca tu trayectoria artística. Me he sentido bien en muchos países, aunque suena a pelota, aquí en Andalucía, por ejemplo en Huelva o en Sevilla, que estuvimos hace poco, son lugares en los que me encuentro muy bien. En Andalucía ocurre una cosa muy curiosa. En cualquier parte del mundo, en Siberia o en el Mato Groso, tú pones una sevillana o unas bulerías, y la gente sabe lo que es a la primera. Entonces, cuando un pueblo está tan seguro de su cultura y de sus señas de identidad, y no necesita imponerlo a nadie, también está preparado perfectamente para recibir al que viene de fuera. Aquí toco una muñeira y la gente la acompaña con palmas, en Oviedo no lo consigo… El público no se expresa igual. Creo que el pueblo andaluz, de toda la península ibérica, es el que más claras tiene sus señas de identidad.

-¿Cuáles son las diferencias más representativas entre la gaita tradicional y la electrónica?

Pues te lo explicaré con un ejemplo. Son las mismas diferencias que hay entre un piano acústico y un teclado electrónico. Si sabes tocar el piano, puedes enfrentarte a un teclado electrónico, aunque son dos instrumentos diferentes. Con el piano electrónico, puedes crear sonidos diferentes pero si quieres, puede sonar a piano. Ésa es la diferencia entre la gaita tradicional y la electrónica, que se comunica con sintetizadores y efectos diferentes. En este disco menos, pero en los anteriores he hecho bajos eléctricos o flauta irlandesa con la gaita electrónica. Es una herramienta, el instrumento no es el fin, sólo es un medio.

-Un mensaje a las sevillanos para que se interesen por este nuevo trabajo.

Disfrutarlo, gozarlo, haced vuestras palmas, bailar con el. No miréis de donde viene, sólo si os gusta o no.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN