La Fiscalía de Sevilla ha pedido hoy 12 años y medio de cárcel a un hombre acusado de usar una pistola, con la que había matado a su hermano, para intentar asesinar a un empresario, que sobrevivió después de que la bala le entrara por la sien y le saliera por un ojo.
El disparo se produjo sobre las 07.30 horas del 5 de abril de 2012, Jueves Santo, en las inmediaciones de la plaza de Cuba de Sevilla, hora en la que el agredido, Jaime Melgarejo Piñar, acababa de salir con el coche del garaje y estaba encendiendo un cigarro, según la acusación de la Fiscalía.
Este caso se investigó pero se archivó un año después porque solo existía como prueba la bala y además el empresario, que atribuyó lo ocurrido a la explosión del mechero del coche, no vio a su agresor.
Durante las indagaciones, se sospechó del ahora acusado, el agricultor Francisco Gutiérrez Carrasco, por los pleitos cruzados que mantenían ambos debido a cuestiones relacionadas con el uso de terrenos agrícolas.
La investigación se reabrió después de que, el 16 de junio de 2013, el acusado asesinara de tres disparos en la cabeza a su hermano en una nave agrícola de La Rinconada (Sevilla), por lo que fue condenado a 20 años de cárcel y para lo que usó la misma pistola que contra el empresario, según ha dicho la Fiscalía tras un informe balístico de la Guardia Civil.
Se trata de una pistola detonadora del calibre ocho milímetros marca Knall, que fue transformada para disparar proyectiles del calibre 6'35 Browning, para lo que el acusado carecía de licencia, precisa la Fiscalía.
El disparo se produjo con intención de matarlo, pero no logró su propósito porque la bala le salió por el ojo, según la acusación mantenida por la Fiscalía en un juicio celebrado en la Audiencia de Sevilla, que ha quedado hoy visto para sentencia.
El agredido se dedicaba a negocios informáticos e inmobiliarios y es el tercer hijo de Jaime Melgarejo y Osborne, duque de San Fernando y grande de España.
El empresario requirió una intervención quirúrgica y la colocación de una prótesis ocular; necesitó un periodo de curación de 259 días, ocho de ellos ingresados y todos impedidos para su trabajo, y como secuelas le quedaron epilepsia parcial y focal, trastorno depresivo reactivo, pérdida de olfato y ceguera, explica el Ministerio Público.
Por ello, la Fiscalía reclama que el acusado pague una indemnización de 224.000 euros a la víctima junto a los 10 años de prisión por tentativa de asesinato y otros dos años y seis meses por tenencia ilícita de armas.
El agredido perdió el conocimiento y cayó con la cabeza sobre el volante, con lo que el claxon comenzó a sonar y alertó a un vecino del barrio que hacía deporte en las inmediaciones, cuya llamada a los servicios de emergencia permitió salvarle la vida.
La acusación, por su parte, ha pedido 17 años de prisión y cinco meses de prisión para el acusado, mientras que la defensa ha solicitado la libre absolución porque considera que la pistola utilizada no era la misma en ambos sucesos.
En el crimen contra su hermano, la sentencia afirmó que el agricultor se dirigió a la nave una vez que se cercioró de que su hermano estaba dentro y le efectuó, sin capacidad de defensa, dos disparos, uno de ellos frontal que impactó en el ojo izquierdo y un segundo en la región temporal izquierda.
Tras los primeros disparos, la víctima cayó hacia detrás y se golpeó con un mueble metálico, tras lo cual el condenado le apoyó el cañón sobre la sien y realizó el tercer disparo.
