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El Puerto

Un baño para 250 escolares

La última remodelación se llevó a cabo en el 2003 según la Junta, hoy el AMPA sopesa instar a la dirección del centro a clausurar su patIo ante el peligro

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  • CEIP Pinar Hondo -

Tras el silencio de la finalización de las clases escolares, el CEIP Pinar Hondo alza la voz y vuelve a recordar las innumerables deficiencias que presenta el centro escolar un año más sin que éstas encuentren un final feliz. El adiós de las clases no apaga las demandas ni las necesidades que deben ser atendidas.

Con tiempo y con un nuevo curso aún por comenzar, es hora, otra vez, de reclamar unos arreglos que se eternizan en el tiempo.  Pinar Hondo no cumple ni por dentro del centro ni fuera de él.  Según la página web de la Junta de Andalucía en su apartado de centros escolares, el CEIP Pinar Hondo acometió su última reforma en 2003.

A tenor de la información facilitada por el ente andaluz, un colegio que fue construido en 1980, acumula ya catorce años sin que se haya realizado reforma alguna.

Y es ahí donde se argumenta las quejas que desde el AMPA del centro se acumulan. Tal y como se puede comprobar desde el exterior del colegio, el patio central cuenta con innumerables grietas y socavones que ponen en peligro la integridad de los más pequeños y con una pista de fútbol cuanto menos insegura e inestable para los alumnos.

Tal es así que la propia AMPA se plantea solicitar al centro la clausura de éste ante el peligro que presenta reanudar un nuevo curso escolar en las condiciones actuales.

Eso en el exterior, en el interior, la seguridad da paso a la higiene y salubridad. De los 250 escolares que tienen acceso al baño en una de sus plantas (la segunda), solo se cuenta con uno, dado que el otro con el que se contaba y después de averiarse, se optó por cerrarlo a la espera de un arreglo que no ha llegado con el paso del tiempo.  Una mampara de pladur separa uno del otro, en una actuación improvisada.

Obligación según de quién
Semanas atrás nos hacíamos eco de las actuaciones que por parte de la propia Administración se exigía a los distintos centros escolares portuenses para acoger las fiestas de final de curso, en las que desde seguros, a proyectos arquitectónicos o permisos sanitarios evaluaban el buen funcionamiento de un cierre del ejercicio formativo.

Ésa misma Administración que vela por la seguridad y por los intereses de los más pequeños, la que reclama el cumplimiento de las más elementales normas y leyes protectoras, es la misma que prolonga en el tiempo las reclamaciones que se vienen realizando desde hace ya casi una década.

Desde 2009 hay constancia y reclamaciones para que las deficiencias, con las que presenta el centro, se pongan fin y se adapten al cumplimiento de seguridad e higiene con el que cualquier colegio debiera cumplir dentro de su concierto público.

Y es que son innumerables los escritos remitidos tanto al propio Ayuntamiento de El Puerto como así a la propia Delegación Provincial de Educación. Todos ellos han caído hasta la fecha en saco roto. Una disyuntiva presupuestaria que mantiene en jaque a unos padres que empiezan a decir basta.

¿Quién paga?
Dependiendo de las obras a acometer, así será la administración de turno la responsable de ejecutar las obras. Las obras mayores son las destinadas a paliar unas mejoras que por su cuantía se hará cargo la Junta de Andalucía, marcándolo la mitad del importe que resulte la construcción de un nuevo centro.

Ante la indefinición y después de oír nuevamente desde el Ayuntamiento “que no hay presupuesto”, el pasado 10 de mayo se concertó una cita con la nueva concejal de Educación, Ana María Arias, la que según el AMPA, no acudió a la cita.

Las mismas fuentes aseguran que solo hay 22.000 euros destinados a Educación hasta que finalice el presente año. Un síntoma evidente de que tocará seguir esperando otro curso más.

“Espectadores de un partido de tenis” 

Las demandas que se vienen realizando desde el centro escolar no son nuevas. Más bien eternas. De hecho, desde el año 2009 son varios los escritos que se han remitido tanto al Ayuntamiento de El Puerto como a la Delegación Provincial de Educación reclamando unas mejoras que caen en saco roto.

“Somos unos espectadores de un partido de tenis, donde unos y otros se pasan la pelota y ninguno arregla el problema. Y desde el AMPA decimos basta. Nuestros hijos están en peligro ante las deficiencias que presenta el patio. Grietas y socavones que no tranquiliza a nadie ante lo que puede llegar a ocurrir algún día. Es por ello que estamos dispuestos a que se cierre el patio aún a costa de que nuestros hijos no puedan disfrutar del recreo y a que alguno algún día acabe en el hospital. No podemos dejar pasar más tiempo sin que la Administración nos solucione  un tema que no halla una resolución. No queremos parches, exiguimos unas instalaciones dignas”.

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